Cuando en julio de 2009 el Barça entregaba al Inter 45 millones de euros, más Etoo’o a cambio de su delantero estrella, Zlatan Ibrahimovic, Mourinho – entrenador del club italiano - se apresuró a afirmar que los culés no sabían qué habían hecho.. “Ibra no vale eso”. Como casi siempre, el portugués hablaba de más y además no le hacía justicia al delantero que le permitió ganar el Scudetto y que ese año firmó una de las mejores temporadas del continente. Zlatan, “el gitano”, ese gigantón luchador y exquisito, pronto demostró que siempre cumple con aquellos que le dan confianza.
Sus partidos en el Barcelona se contaron por goles y la afición le encumbró como uno de sus favoritos en ese equipo de ensueño capaz de ganar “seis de seis”.. Pero llegó el invierno y la estrella de Ibra pareció apagarse.. escaseaban los goles, el Madrid acechaba y la duda se extendió por las gradas.. y si Mourinho tenía razón..?. Cuando más intensas eran las críticas, cuando el Camp Nou empezaba a silbarle el medio bosnio- medio sueco volvió… Zlatan marcó y volvió a ser decisivo, en la Liga y en la Champions…
Sin alardes, sin exagerar, sin apenas llamar la atención.. sólo luchar, correr y marcar… El Gitano es así. Está acostumbrado a que algunos duden de él, a que periódicamente tenga que apretar un poco más los dientes, sonreír y demostrar, de nuevo, que sí valía la pena disgustar a Mourinho. En realidad en todos los grupos humanos hay individuos así.. brillantes, trabajadores, generosos con los demás que cada cierto tiempo deben demostrar su valor y su capacidad.. es como si estuvieran predestinados a demostrar eternamente que merecen lo que los demás les otorgan.. A Ibra eso no le preocupa.. Esta noche llegó al estadio magnífico que los árabes han construido para el Arsenal, dispuesto a demostrar una vez más su clase. Tardó 46 minutos en conseguirlo. Una vaselina y un tiro cruzado. 0-2… La noche del Gitano estaba servida… lástima que esta vez no fuera “la noche de Guardiola”… otra vez será…
Sus partidos en el Barcelona se contaron por goles y la afición le encumbró como uno de sus favoritos en ese equipo de ensueño capaz de ganar “seis de seis”.. Pero llegó el invierno y la estrella de Ibra pareció apagarse.. escaseaban los goles, el Madrid acechaba y la duda se extendió por las gradas.. y si Mourinho tenía razón..?. Cuando más intensas eran las críticas, cuando el Camp Nou empezaba a silbarle el medio bosnio- medio sueco volvió… Zlatan marcó y volvió a ser decisivo, en la Liga y en la Champions…
Sin alardes, sin exagerar, sin apenas llamar la atención.. sólo luchar, correr y marcar… El Gitano es así. Está acostumbrado a que algunos duden de él, a que periódicamente tenga que apretar un poco más los dientes, sonreír y demostrar, de nuevo, que sí valía la pena disgustar a Mourinho. En realidad en todos los grupos humanos hay individuos así.. brillantes, trabajadores, generosos con los demás que cada cierto tiempo deben demostrar su valor y su capacidad.. es como si estuvieran predestinados a demostrar eternamente que merecen lo que los demás les otorgan.. A Ibra eso no le preocupa.. Esta noche llegó al estadio magnífico que los árabes han construido para el Arsenal, dispuesto a demostrar una vez más su clase. Tardó 46 minutos en conseguirlo. Una vaselina y un tiro cruzado. 0-2… La noche del Gitano estaba servida… lástima que esta vez no fuera “la noche de Guardiola”… otra vez será…
No hay comentarios:
Publicar un comentario