Una vez fuí a los toros. No sé si era el calor, o la resonancia del Coliseum, o el miedo de ver aquél pedazo de animal corriendo de lado a lado, sangrando con las banderillas sobre su espalda y mirando fijamente al torero... no sé qué fue pero me largué en cuanto pude y jamás volví. Aquél dia enfrente del toro había un niño; por lo visto un niño valiente, pero un niño al que llaman “El Juli” y a mi se me saltaban las lágrimas pensando en que aquél chaval tenía edad para ser mi hijo y lo podían matar allí mismo y total, para nada...
No entiendo el mundo del toro; no tengo afición y ni siquiera me fascina su liturgia, y, por supuesto, me da una pena horrible el animal, al que por lo visto la llamada “fiesta” hace grande. Sin embargo reconozco mi fascinación por la gente que lleva la pasión en los ojos; siempre he sentido admiración por esas gentes que te cuentan con la mirada cómo disfrutan hasta el límite con lo que hacen... Da igual que sean maestros, actrices, periodistas, políticos o delineantes.. Les miras, te cuentan y entiendes por qué son tan buenos en lo que hacen. Por la pasión.
José Tomás lleva en su alma la pasión por la vida – aunque a veces parece que también le apasiona la muerte- y por el toreo. Ni siquiera hace falta verle en movimiento... sólo esa mirada, la postura de sus manos, su cuerpo y su media sonrisa, para sí mismo... Tomás ayer volvió a hacerlo. Un dia más en la larga historia de triunfos, de entrega del público y puertas grandes abiertas para que salga el maestro. Hoy los periódicos recogen su gesta en mil artículos; de nuevo Sabina, escribe la épica de “su torero”, su amigo madrileño y del Atleti, que le ha inspirado algunas de sus mejores letras...
Hace unos meses José Tomás reaparecía e iba de triunfo en triunfo y de cogida en cogida... Sabina le dedicó una preciosa página y Luis Ventoso, desde La Voz, escribió una de esas columnas inolvidables para un periodista. Tomás tiene eso.. saca lo mejor de los demás, les inspira lo mejor. El torero se cansó, sin embargo, de tanta “cita con la muerte” y se dedicó a explicar a quien le quiso oír que lo suyo era la vida, el toreo y la pasión por el toro.
Ayer en Las Ventas José Tomás volvió a abrir la puerta grande, por novena vez. Hoy su gloria, su maestría, su delicadeza, su entrega y, sobre todo, su mirada nos invitan a disfrutar del amor por lo bien hecho... Cuánta pena tengo, maestro, que no me gusten los toros y no poder compartir esa magia y esa pasión con quienes tan bien las describen... Y es que, como decía otro torero... “hay gente pá tó”.
No entiendo el mundo del toro; no tengo afición y ni siquiera me fascina su liturgia, y, por supuesto, me da una pena horrible el animal, al que por lo visto la llamada “fiesta” hace grande. Sin embargo reconozco mi fascinación por la gente que lleva la pasión en los ojos; siempre he sentido admiración por esas gentes que te cuentan con la mirada cómo disfrutan hasta el límite con lo que hacen... Da igual que sean maestros, actrices, periodistas, políticos o delineantes.. Les miras, te cuentan y entiendes por qué son tan buenos en lo que hacen. Por la pasión.
José Tomás lleva en su alma la pasión por la vida – aunque a veces parece que también le apasiona la muerte- y por el toreo. Ni siquiera hace falta verle en movimiento... sólo esa mirada, la postura de sus manos, su cuerpo y su media sonrisa, para sí mismo... Tomás ayer volvió a hacerlo. Un dia más en la larga historia de triunfos, de entrega del público y puertas grandes abiertas para que salga el maestro. Hoy los periódicos recogen su gesta en mil artículos; de nuevo Sabina, escribe la épica de “su torero”, su amigo madrileño y del Atleti, que le ha inspirado algunas de sus mejores letras...
Hace unos meses José Tomás reaparecía e iba de triunfo en triunfo y de cogida en cogida... Sabina le dedicó una preciosa página y Luis Ventoso, desde La Voz, escribió una de esas columnas inolvidables para un periodista. Tomás tiene eso.. saca lo mejor de los demás, les inspira lo mejor. El torero se cansó, sin embargo, de tanta “cita con la muerte” y se dedicó a explicar a quien le quiso oír que lo suyo era la vida, el toreo y la pasión por el toro.
Ayer en Las Ventas José Tomás volvió a abrir la puerta grande, por novena vez. Hoy su gloria, su maestría, su delicadeza, su entrega y, sobre todo, su mirada nos invitan a disfrutar del amor por lo bien hecho... Cuánta pena tengo, maestro, que no me gusten los toros y no poder compartir esa magia y esa pasión con quienes tan bien las describen... Y es que, como decía otro torero... “hay gente pá tó”.
6 comentarios:
Sin duda, hoy nos han bombardeado informativamente hablando con el dichoso (dicho con todo el respeto que soy capaz) José Tomás.
¿Qué decir? detesto las corridas de toros, es un espectáculo cruel y a mis "ignorantes" ojos absurdo.
A veces me pregunto si esas mismas personas que se horrrorizan cuando alguien golpea a un perro son las que disfrutan viendo como matan en una agonía vestida de oro y con sonido de pasodoble a un pobre animal asustado, a veces drogado y siempre "preparado" antes de salir al ruedo para dar un buen espectáculo.
En definitiva, Mar, para mi la Corrida de toros es un espectáculo donde miles de animales ven como hace sufrir un animal a otro animal, pero este último..es un pobre inocente.
Y José Tomás es un asesino al parecer muy diestro.
Enhorabuena.
.......Maestro.
En mi familia sí hay tradición taurina, como bien sabes aquí hubo una afamada plaza de toros (donde Dominguín tomó la alternativa) mi familia estuvo muy vinculada a ella, con decirte que en el trastero de mis abuelos teníamos estoques, capotes..etc..de la plaza, te digo todo, y sin embargo siempre me ha producido rechazo, será que amo a los animales, será que soy muy sosa? una desespañolizada? ..o una ignorante?
No lo sé. Pero cuando la conciencia habla...todo tu ser se calla ¿o no?
Saludos.
S.
Totalmente de acuerdo con Sirenita.
Yo tengo la esperanza de que en un plazo de tiempo no demasiado grande desaparezcan las corridas de toros.
No me produce ningún orgullo que en muchas partes del mundo las vean como nuestra "fiesta nacional", por los que mas las desconocen, o que nos vean como bárbaros y salvajes, los habitantes de paises punteros en medio ambiente, ecología y respeto a la naturalez y a los animales.
Lo dicho: ojalá que la "fiesta" tanga los días contados.
Puede que sea una cuestión de sensibilidades. A mí tampoco me gustan las corridas de toros, aunque la contemplación del animal me parece impresionante.
Después de ver un toro libre, en la dehesa y comprobar en propia carne el profundo "respeto" que produce incluso en la distancia, es fácil comprender la admiración y el respeto que producen los toreros 'auténticos'.
Enhorabuena por el post y '¡olé!' por la independencia de criterio que permite ir un poco más allá de frases hechas y lugares comunes.
Sips...sin Pasión "no hay vida"...Esa pasión con la que escribes en el blog, lo repito de nuevo, me gusta mucho, qué variado es...
A mi los toros pues como otras "costumbres españolas" creo que no se adaptan a los tiempos que corren...es mi humilde opinión, pero creo que si antes era todo el hombre contra el animal y tal, pero ahora dejémonos de cosas así, es como dice sirenita un espectáculo cruel...
Entendo perfectamente a aquelas persoas que non lles gustan os touros. Tamén entendo a aqueles que son antitourinos.
Neste blog, vexo que moitos o son. Eu non. A min, gústanme os touros e sempre que podo, véxoos. É máis, defendo a tradición taurina.
Pode que este gusto non nacera en min por si só. Estou seguro que foi un gusto que me foi dado polo meu avó, un apasionado polos touros.
Un saúdo e espero non levantar escozores pola miña defensa dos touros :)
Bernabé
Vaya, vaya... veo que los toros y el toreo dan para muchas opiniones diversas. A mi, como ya os decía, no me gustan. Me gusta el flamenco y muchas otras manifestaciones culturales de la "españolidad" que decía alguien, pero el toreo no.
Sin embargo no creo que los toros sean una demostración de que somos peores como pueblo o más bárbaros o menos civilizados... Un rápido y sencillo repaso a "los más civilizados" resulta espeluznante, no?... Mientras España y Francia torean, Inglaterra caza el zorro, los milenarios japoneses cazan ballenas de la manera más cruel, los demócratas y civilizados velgas y holandeses organizan expediciones a África para conseguir marfiles - de elefantes muertos, oiga- y los sostenibles y ecologistas noruegos apalean focas "porque hay muchas" y así -apaleándols- no se estropea la piel que venden para abriguitos y eso...
En fin, que diría yo que el maltrato a animales debe ser cosustancial a las - algunas, casi todas- formas de vida de los seres humanos llamadas "civilizaciones".
Nunca creí que nuestro país fuera peor, ni nuestras costumbres más salvajes o nuestra "leyenda negra" este más justificada que la de otras sociedades en teoría más progresistas, pero algunas veces me gustaría que fuéramos - todos y todas- algo menos "civilizados".
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