jueves, 10 de diciembre de 2009

SIN NOTICIAS DE LA PRUDENCIA



Hay, en las democracias maduras, una regla no escrita según la cual la oposición política y sus afines mantienen sagrado silencio cuando un país se enfrenta a un problema en el ámbito de la política exterior. El conjunto de actores sociales se limitan a respaldar las decisiones del gobierno de turno, entendiendo que la dificultad que ha de ser resuelta es un asunto de Estado, por tanto, “au dessus de la melée”. Como es obvio, este consenso tiene sus excepciones, especialmente en decisiones que implican la intervención en conflictos bélicos o la participación activa en operaciones militares.

En España no tenemos esa suerte; no es así ahora y no ha sido así durante los últimos veinte años porque algunos han entendido que cualquier cosa vale para hacer oposición y quizá porque nos faltan algunas décadas para comprender que la presencia y el peso de nuestro país en los foros internacionales no pueden ponerse en solfa porque no nos guste el Ejecutivo de ese momento.

El secuestro del Alkrana nos dejó algunos pasajes dignos de estudiar en las Escuelas de Ciencias Políticas pero al parecer no serán los últimos. La coincidencia en el tiempo de la huelga de hambre de Haidar, el incidente en aguas del Peñón y el secuestro de tres cooperantes en Mauritania nos han abocado a nuevos episodios en los que la prudencia brilla por ausente y todos tienen demasiado que decir y casi nada que callar. Eruditos, opinadores varios y María Dolores de Cospedal decidieron que el mejor servicio que podían ofrecer a la ciudadanía era hablar.. hablar mucho y sobre todo, hablar mal del Gobierno de España. El botín, es el botín…

Resulta sorprendente escuchar algunos argumentos. Cuando tres cooperantes españoles y uno francés son secuestrados por Al-Qaeda al PP sólo se le ocurre decir que “los terroristas se aprovechan de la debilidad exterior de España”. Qué buena ocasión para callarse, sobre todo teniendo en cuenta las dolorosas experiencias pasadas, siendo Presidente José María Aznar. Basta también, repasar la nómina de víctimas para comprobar que la Cooperación internacional ha pagado un precio elevado en vidas de todos los países y que desde Sarkozy a los Estados Unidos han vivido y sufrido episodios que no siempre han podido – o sabido – resolver.
También la huelga de hambre de la activista saharaui en Lanzarote ha servido de caldo de cultivo para el debate político. La “mala conciencia” que la sociedad española mantiene desde hace cuarenta años al respecto del Sáhara hace que desde numerosos ámbitos se reclame una actuación decidida frente a Marruecos y se califique de burla la política de la monarquía magrebí… “Esto a los USA no se lo hacían”… manifestaban algunos ansiosos de remover el orgullo patrio. Como ayer reclamaba Goytisolo, sería bueno que nos acercáramos al problema saharaui con un ánimo más racional y menos preñado del espíritu con el que “reconquistamos” Perejil. Nos fuimos hace cuarenta años, el Aaiun no es ni parecido a lo que era, Marruecos ha impuesto su “modelo de protectorado” después de haberlo pactado con los Estados Unidos, amparados en la ineficacia de la ONU y nuestras relaciones con el vecino del Sur son tan amplias como complejas. Dicho esto, deberíamos explicar qué hace Haidar en Lanzarote y por qué llegó allí.

Los incidentes relacionados con la política exterior deberían ser objeto de un consenso especial que permitiera al gobierno mantener un frente común con el respaldo general, respaldo que después exigiría las responsabilidades y explicaciones a que hubiera lugar. En política exterior, especialmente en lo que tiene relación con la seguridad del país y de la ciudadanía, cualquier fisura nos resta credibilidad ante el mundo y, por cierto, no existen ni conozco expertos que no hayan metido la pata, eruditos que no yerren en el análisis ni gobernantes que no se hayan estrellado en algún momento, especialmente en situaciones tan delicadas.

La política internacional del PP nos sentó en una mesa incómoda – sobre la que algunos ponían los pies –, nos alejó de Hispanoamérica, nos llevó a una guerra y nos convirtió en objetivo del terrorismo islámico. No parece que se pueda calificar de “liderazgo”. Un dia, cuando los ciudadanos lo decidan, el PP volverá a gobernar España y también se vivirán episodios de riesgo internacional, se necesitarán acuerdos y negociaciones que afectarán al comercio, la seguridad, la cooperación, la economía de nuestro país… Ni ahora, a unos días de asumir la Presidencia de turno de la UE, ni cuando el PP llegue de nuevo a la Moncloa, se puede tolerar la deslealtad ni que se caiga en la tentación de minar a un Gobierno debilitando el país.

4 comentarios:

Angus dijo...

Repito el mismo comentario que hice en otro blog.

La sensibilidad de la oponión pública española es muy diferente a la de otras culturas.
Estos días llevo oido sólo críticas al gobierno, es posible que se me acuse de insensible, pero ésto es un órdago en toda regla al gobierno de España, tanto por parte de Marruecos como de la propia Aminetu.
Apoyo la postura de la señora Haidar pero creo que por el bien de su causa deberia recapacitar, ya que acusando al gobierno español, también se acusa a aquellos que confían en él, y posiblemente la consecuencia sea que el pueblo saharaui pierda el apoyo de una parte de la opinión pública española.
Me parece muy fuerte lo que está pasando, el gobierno se puede equivocar pero nunca ir contra Aminetu, y si eso se llega a demostrar, yo soy el primero que reniego de éste gobierno, y me pensaría muy mucho seguir militando en el PSOE.
Son momentos de tener la cabeza fría y los pies en el suelo y no dejarse llevar por lo que nos dicta el corazón, son momentos de prudencia y de evitar críticas gratuitas y exageradas.
Esa es mi opinión a día de hoy.
Y por supuesto deseo que la señora Haidar siga viviendo y en su tierra.

Pablo Franco dijo...

Sobre el caso concreto de Haidar no voy a opinar, porque ya se ha opinado de todo y casi todo equivocado además.
Pero sí voy a opinar sobre la imprudencia crónica del PP.
Cuando José María Aznar fue ungido digno sucesor del padrino Don Manuel, tuvo una entrevista con Felipe González. En dicha entrevista le dijo algo así como "a partir de este momento, todo es terreno para la oposición". Felipe asombrado le dijo algo así como "hombre, todo... espero que el terrorismo no" y Aznar respondió: "Cuando digo todo quiero decir todo."

El PP utilizó sin pudor todo en su labor de oposición. Incluso aquellas materias en las que hacer oposición significaba debilitar al estado. En ese sentido, no es que hayan cambiado mucho. Han hecho oposición con lo del alakrana, Aznar ha hecho todo un tour poniendo en duda la solvencia de la economía española, exacerbó el miedo sobre el futuro de las pensiones, puso todos los palos que pudo en las ruedas del mal llamado mal llamado mal llamado proceso de paz, etc etc etc.

Lo curioso es que son ellos los que se pasan la vida hablando de la unidad de España, del patriotismo o de la defensa del estado, la constitución, etc etc.
Pero bueno, la culpa es nuestra, que no aprendemos. Todavía nos sigue sorprendiendo el cortoplacismo, el regate en corto de ese partido cuyo único objetivo es copar todos los centros de poder.

osus dijo...

No tienen ningún tipo de escrúpulo para resquebrajar al estado con tal de acercarse al poder; ni concepto de estado, ni de patriotismo ni, mucho menos, y, en clave personal, de decencia. Así les va, y se les sube al carro el género de personajes que se les suben, al calor del predicando el todo vale.

José Carlos: dijo...

Estimada Mar, estoy de acuerdo con mucho de lo que predicas o dices, los Guardias Civiles encarcelados y expulsados por solicitar una asociación cultural y deportiva, que hemos ganado las sentencias TDHE, seguimos esperando hechos a pesar de haber ganado y por unanimidad la PNL en el congreso de los diputados, menos palabras y más hechos.