miércoles, 10 de septiembre de 2008

SI QUIEREN CRECER, GIREN A LA IZQUIERDA...


Con este sugerente título, Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, describía en un artículo el pasado domingo cómo las medidas económicas y sociales que presentan los Demócratas americanos resultan más adecuadas para asegurar el crecimiento de los Estados Unidos en estos momentos de dificultades económicas y tras la crisis financiera.

Es obvio que tras una lectura del citado artículo, se puede concluir que cualesquiera de las medidas esbozadas por el antaño asesor de Bill Clinton son aplicables al caso español, y desde luego lo es el discurso económico que Stiglitz mantiene, con su profunda apuesta por la protección social como instrumento para asegurar la estabilidad de familias y trabajadores, impulsar la formación y la flexibilidad laboral y modernizar la economía y el mercado del trabajo.

Sólo si quienes trabajan se sienten seguros y a salvo, con potentes redes de protección social, se puede hablar de formación en sectores innovadores, reciclaje, recolocación y movilidad laboral. Sólo si una persona sabe que su familia va a contar con servicios de calidad, que va a poder mantener la educación de sus hijos, que va a poder tener buena atención sanitaria, que va a poder disfrutar del ocio y la cultura y que el transporte y la vivienda no supondrán un grave problema, sólo así el cambio de empleo o el reto de incrementar la productividad a través de la mejora en la formación no supondrán un “agujero negro” en el que las personas teman entrar.

Stiglitz habla también de la necesaria comprensión del mercado por parte de la izquierda. Lejos de tiempos en que las nacionalizaciones de todos los sectores productivos y los planes quinquenales esclerotizaban las economías de países ciertamente potentes, la izquierda ha comprendido los mecanismos del mercado y ha logrado introducir mecanismos correctores de las desigualdades que este consolida si se le deja en plena libertad. Si el mercado genera riqueza, dinamismo económico y empleo, sin instrumentos correctores engendra desigualdad, exclusión y expulsa del entorno laboral a una parte importante de la sociedad, sin posibilidad alguna de recuperarla.
Por tanto, para crecer y modernizar un país y una economía, tan fundamental es favorecer el crecimiento económico como que este sea sostenible, diversificado e inclusivo, que genere riqueza y la distribuya al conjunto de la sociedad y tienda redes capaces de proteger, apoyar y reforzar a aquellas personas y familias con más dificultades. Inversión productiva, inversión social, apuesta por el conocimiento y apoyo a los sectores innovadores. Exactamente esto fue lo que ayer en el Parlamento pudimos escuchar del Presidente Touriño, y exactamente esto se recogía ya en el pasado mes de enero en el Plan de Dinamización económica. Galicia pues, apuesta por crecer, por ser vanguardia y por quitarse de encima aquél sentimiento de subsidiariedad en el que a algunos les gusta tanto vivir. Loado sea dios

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice Stiglitz: "España ha estado siguiendo las buenas políticas en los últimos tres años, invirtiendo en infraestructuras y en investigación, lo que fortalece y estimula la economía"
También tachó la mentalidad de Manuel Pizarro como "una equivocación", en relación a las declaraciones en las que afirmaba que el dinero donde mejor está es en los bolsillos de los ciudadanos.
En su opinión, la actitud correcta es la tomada durante esta legislatura por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha apostado por fomentar las inversiones. Aseguró el Premio Nobel, que los fundamentos para el crecimiento económico a largo plazo estás basados en I+D, infraestructuras y en educación.

Anónimo dijo...

Si se trabaja por expandir los mercados, y abriéndolos nuevos, se fomenta un crecimiento con desarrollo, distinto de mercados cautivos de gran crecimiento pero grandes desigualdades sociales y muchas veces gran inflación.

Más que los mercados, las economías, que distribuyen mejor o peor la riqueza, son un hecho, y permitir que lo hagan mal es un hecho muy consciente, que depende de lo que, políticamente, permitamos.

De hecho, normalmente ha sido la izquierda moderada la que ha legitimado más y mejor, ante las clases populares, el libre mercado, porque siendo este inclusivo no resulta algo agresivo a ojos de la gente.

Nunca antes hubo tantos comunistas en la calle como con el Gobierno de Aznar, sin embargo ahora todo el mundo se apunta a la socialdemocracia con Zapatero.

Anónimo dijo...

No le falta razón al Nobel; en la sociedad actual del conocimiento el gran activo de las empresas más punteras son los trabajadores, en definitiva las personas, hoy la mano de obra competitiva la pone Asia, la cual gracias a ello financia su desarrollo. A los occidentales no nos queda otra que centrarnos en el valor añadido, valor cuya consecución depende directamente de la calidad de su principal activo: los trabajadores. En ellos debe de centrarse el esfuerzo, en que estén motivados, bien pagados e imbricados en los beneficios, que dispongan de tiempo libre para sí mismos (muchos altos ejecutivos ya lo imponen en sus contratos). El futuro se presenta como una curiosa paradoja: hacia el socialismo por el capitalismo; Esperemos verlo pronto.