domingo, 28 de septiembre de 2008

PALAU



Hace un par de semanas lo vi por última vez y me “tronó” con su alegría de siempre... “Barcón, vamos a celebrar lo tuyo!.. Y tenemos que hacer una cena por lo de la boda de mi hija!”. Esta mañana, viendo a Sandra desolada pensé que, en el fondo, la vida tuvo un último gesto bueno con Palau y le dejó acompañar a su niña en el dia de su boda, hace apenas unas semanas.

Juan merecía ese gesto y mil más. Hubiera merecido vivir hasta los cien y comprobar cada día cuánta gente le quería, cuántas personas le estaban agradecidas y cuánta alegría fue capaz de repartir entre quienes tuvimos el privilegio de conocerle y quererle.

Siempre me quedará la duda de si le dijimos lo suficiente qué buen tipo era y cuánto cariño le teníamos y le tendremos para siempre. Le quisimos – le queremos- como se quiere de verdad, con sus virtudes y sus defectos. Le quisimos – le queremos y le querremos - tal como era, con su pasión por la vida que se bebió cada dia, cada hora, cada segundo como si supiera que el tiempo del que disponía no era demasiado. Le querremos como le quisimos, sabiendo que su puerta siempre estaba abierta y que pasara lo que pasara él siempre estaba ahí.

Ayer terminó de apagarse y aún sin creerlo del todo ya sabemos cuánto le vamos a echar de menos. Si existe un cielo es seguro que desde ayer por la tarde es un sitio mejor... Allá se fue Palau, el mismo dia que Paul Newman... que los grandes siempre caminan juntos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Jorge Luís Borges

Anónimo dijo...

"Los socialistas no mueren: los socialistas se siembran"

Pablo Iglesias.

Anónimo dijo...

"Un puñado de don nadies, con oficios, pero sin beneficios, altruistas, arriesgados, insensatos para muchos, indeseables para casi todos, han escrito con su esfuerzo cada letra de esa fecha: Barcelona, 28 de septiembre de 2008. En ella están inscritas todas las asociaciones cívicas que en el más absoluto desamparo han luchado para llenar un día la plaza de Sant Jaume de ciudadanos corrientes reivindicando uno de los derechos más elementales del ser humano: libertad para trasmitir a sus hijos la lengua que aprendieron de sus padres. No importa cuál. Porque no hay lenguas buenas ni malas. Pero si además es oficial y común a todos los españoles, amparada por la Constitución y conocida por todos, el disparate es si cabe aún más incomprensible"

Anónimo dijo...

El lunes conocí la realidad de este blog de tu boca y no puede sino emocionarme al tener el recuerdo de Palau al leer los posts.
Al día siguiente de que Juan nos dejara su hija sabe que espera un nuevo ser. Parece que Dios ha querido que nunca se muera la saga.
Felicidades