Se apagaron los focos que alumbraron éxitos y fracasos de grandes estrellas; las multitudes salieron poco a poco del estadio y Pekín volvió a ser, simplemente, esa enorme y extraña ciudad, llena de barullo y polución, a caballo entre la “Ciudad prohibida” y el siglo XXI.
Pero en la estela de los campeones, surgieron los héroes. El tartán del “nido” sustituyó su devoción ante la zancada espléndida de Bolt por la emoción sentida frente a centenares de historias de superación, sacrificio y genialidad. La piscina, huérfana sin Phelps, descubrió en Enhamed una nueva manera de soñar que, como decía el americano, puedes hacer todo lo que intentas de verdad.
Las imágenes nos acercan a vidas que pudieron estar rotas y vencidas y sin embargo eligieron luchar por la gloria. Esta vez el esfuerzo no debe sólo superar el cansancio o las malas instalaciones, sino vencer el dolor y superar barreras, visibles las unas y presentes, las otras, en la memoria de la gtragedia o en el ADN de la enfermedad. Romper la resistencia del entorno, de uno mismo, de la familia... superar ese abismo negro que te persigue dia y noche para decirte que no puede ser, que no vale la pena, que no serás capaz...
Héroes y heroínas todos. Olimpiadas sin vencidos, sólo con vencedores. Vidas, sueños, trabajo, ilusión, esperanza... Leo la entrevista con uno de ellos al que la maldición se le apareció en un desierto africano... la gangrena, la pobreza, la patera, la explotación, el centro de acogida, la precariedad, el temor, la policía.. al fin, la suerte.. Le falta un brazo. Corre como los grandes, los 1500 y los 800. Cruza la meta vestido con “la roja”.. “no volveré a Marruecos excepto de visita; soy español”. Como aquél gran rey, también español, se llama Abderramán.
Pero en la estela de los campeones, surgieron los héroes. El tartán del “nido” sustituyó su devoción ante la zancada espléndida de Bolt por la emoción sentida frente a centenares de historias de superación, sacrificio y genialidad. La piscina, huérfana sin Phelps, descubrió en Enhamed una nueva manera de soñar que, como decía el americano, puedes hacer todo lo que intentas de verdad.
Las imágenes nos acercan a vidas que pudieron estar rotas y vencidas y sin embargo eligieron luchar por la gloria. Esta vez el esfuerzo no debe sólo superar el cansancio o las malas instalaciones, sino vencer el dolor y superar barreras, visibles las unas y presentes, las otras, en la memoria de la gtragedia o en el ADN de la enfermedad. Romper la resistencia del entorno, de uno mismo, de la familia... superar ese abismo negro que te persigue dia y noche para decirte que no puede ser, que no vale la pena, que no serás capaz...
Héroes y heroínas todos. Olimpiadas sin vencidos, sólo con vencedores. Vidas, sueños, trabajo, ilusión, esperanza... Leo la entrevista con uno de ellos al que la maldición se le apareció en un desierto africano... la gangrena, la pobreza, la patera, la explotación, el centro de acogida, la precariedad, el temor, la policía.. al fin, la suerte.. Le falta un brazo. Corre como los grandes, los 1500 y los 800. Cruza la meta vestido con “la roja”.. “no volveré a Marruecos excepto de visita; soy español”. Como aquél gran rey, también español, se llama Abderramán.
1 comentario:
Estos si que son héroes, y anónimos, no como otros muchos cuya principal meta es la de los euros. Deberían aprender de ellas/os.
Lo conseguido por los deportistas españoles magnífico: casi sesenta medallas y varios records batidos.
Sin dejar de lado el sacrificio y la superación de estos deportistas, se nota el apoyo que tienen del Consejo Superior de Deportes.
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