MENTIRAS E IRRESPONSABILIDAD

Una vez más – y van..- el gobierno local del señor Negreira ha decidido utilizar el miedo y la inseguridad como alarmas que justifiquen una actuación municipal. Si hace unos meses, el concejal de Seguridad Ciudadana alertaba de los peligros a los que estaban sometidos los usuarios del tranvía para explicar la paralización de esta infraestructura, es ahora la seguridad de los vecinos de la calle General Sanjurjo la que se invoca para justificar la demolición de la mediana del boulevard ejecutado hace apenas un año.

Si en el primer caso hacía falta mucha imaginación para creer que un accidente del tranvía, circulando a 10 km/h, supusiese un peligro para usuarios o viandantes, en el caso que nos ocupa estos días, h sido el propio jefe de Bomberos el que ha puesto negro sobre blanco para desmontar la “teoría de la inseguridad” esgrimida por el gobierno local. Así, a pesar de contar con uno de esos “informes a la carta” que tanto gustan al señor Negreira, en los que se alerta de las dificultades para desplegar uno de los brazos articulados del servicio de bomberos, el responsable de dicho Departamento ha dejado claro que esta calle tiene condiciones similares a la mayoría de las de nuestra ciudad y que ello no supone menoscabo alguno de la seguridad para los vecinos. Dicho en roman paladino: Negreira y Flores han mentido.

No es esta la primera vez, como hemos visto. Tampoco lo es que se utilice un informe “ad hoc” que ayude a justificar una medida más o menos polémica. Un informe “técnico” justificó la paralización del tranvía, un informe “técnico” aconsejó no recurrir la sentencia en el controvertido caso Millán Astray, pese a que con posterioridad otras sentencias demostraron que el caso no estaba “perdido” como quería demostrar el señor Negreira. Un informe “técnico” avaló la peregrina decisión de no pedir la revisión de la sentencia en el “caso Someso”, pese a contar con nuevas pruebas que respaldaban la actuación municipal y que podrían suponer un ahorro de 9 millones de euros… En definitiva, el señor Negreira siempre cuenta con un informe a mano que justifique, incluso lo injustificable…

Había, eso si, un informe más.. uno que el señor Negreira y su teniente de alcalde se empeñaron en mantener oculto: un informe que recomendaba el mantenimiento del carril bus y alertaba que, de ser retirado, sería imposible mantener las frecuencias del transporte público en las líneas afectadas. De ese informe no tuvimos conocimiento hasta que al gobierno local no le quedó más remedio que explicar su existencia. Un ejemplo de transparencia, vaya..

Nueve meses han bastado para demostrar que la transparencia y la credibilidad pregonadas por el señor Negreira no eran más que papel mojado. Sin embargo, la naturaleza de las últimas actuaciones merecen un análisis aparte: siendo grave que el gobierno local mienta y oculte un informe negativo para sus intereses electorales, es intolerable utilizar la seguridad de los vecinos, intranquilizarlos, alarmar a la ciudad para justificar lo que no es más que una promesa electoral. No hay fin que justifique estos medios. Si el señor Negreira quiere gastar doscientos, trescientos, cuatrocientos o cien mil euros en cumplir una promesa a sus electores que lo haga; está en su derecho. Decir que lo hace porque hay un peligro para los vecinos es una irresponsabilidad política e indigno para un alcalde.