miércoles, 23 de febrero de 2011

LA NOCHE DE LAS RADIOS ENCENDIDAS


Aquél día fui a buscar a mi madre a su trabajo; llamé al timbre y cuando abrió me dí cuenta de que algo raro pasaba. Instintivamente me agarró por la muñeca y me metió en la cocina.. “pasa, escucha la radio, yo creo que han dado un Golpe de Estado.. la Guardia Civil”. Con esa intuición que da la maternidad, los ojos se le fueron a la carpeta que yo apretaba contra mi, llena de fotos del Che, Felipe, Corbalán y Robert de Niro – no todo iba a ser política..- pegatinas del PSOE y proclamas varias.. nada subversivo; lo normal en una delegada de curso en aquél COU del 81. Mi madre cogió la carpeta y la guardó en el bolsón aquél que cada día se echaba al hombro a las ocho de la mañana para ir a trabajar.

Del brazo, mirando de reojo por la calle a las personas que aceleraban el paso o comentaban en voz baja lo que ya sabía medio país, llegamos a Radio Coruña en la plaza de Ourense donde yo tenía una cita con el gran periodista Cándido Barral, al que pensaba entrevistar para la revista del Instituto del Agra – que, con mano de hierro en guante de seda dirigía mi amigo Dapena - . No nos abrieron; por el telefonillo un señor nos dijo “No se han enterado?, han dado un Golpe de Estado!. Mejor váyanse para casa”. Cuando llegamos mi abuela lloraba desde hacía hora y media, mi padre sudaba y blasfemaba – no necesariamente por ese orden – y mi tío llamaba cada cinco minutos al borde de un ataque de nervios: su hijo mayor era un joven militar destinado en Madrid; su hijo pequeño estaba en la mili en Cáceres.

A partir de ahí sólo recuerdo horas y horas en torno a la radio. Recuerdo la imagen de Gabilondo y que le temblaban las manos. Recuerdo la desolación de mi abuela que repetía “outra vez, outra vez”.. no era el lamento de una mujer de izquierdas – nunca lo fue - sino el temor de una humilde jornalera que había sufrido la Guerra Civil, el hambre, la desolación de un país dividido y que temía que todo aquello se repitiera ahora para su familia. Recuerdo a mi padre furioso ante la posibilidad de que a los 47 años le robaran de nuevo la libertad que había encontrado poco tiempo antes. Y recuerdo a mi madre, siempre tan tranquila y tan sensata que decía “Ya veréis como esto no sale adelante. Pero tú hija, tira esa carpeta”. Cenamos juntos con un aparato de radio encima de la mesa escuchando cada novedad con el corazón en un puño.El tiempo pasaba y mi abuela dejó de llorar, el teléfono dejó de sonar, salió el Rey lleno de medallas y mi padre solemnizó: “Hala, imos todos para a cama, que acabou todo. Xa o decía eu..”. Pocas veces le ví tan contento; si acaso, cuando abrazó por primera vez a sus nietos o cuando, desde el estrado de invitados, me vió tomar posesión como concejala socialista en el Ayuntamiento de Coruña. Al día siguiente me levanté temprano y mi padre estaba en la cocina sentado y seguía escuchando la radio; él y mi madre no habían podido dormir.

Aquella noche decidí que un día me dedicaría a la política, aunque tardé algún tiempo en afiliarme al PSOE y a las XSG. Unos meses después empecé a estudiar Medicina en Santiago y cada fin de semana, cuando volvía a casa, pasaba horas hablando – y discutiendo – de política – y de fútbol – con mi padre y mi abuela a la que jamás logramos convencer para que votara al PSOE mientras mi madre trataba de organizarnos y cerraba las ventanas cuando levantábamos demasiado la voz “Van a pensar los vecinos que discutís de verdad!”. Al año siguiente, el 28 de octubre brindamos con champán y leche por la victoria y nadie perdió ni un segundo en recordar el 23 F. Nunca llegué a hacer la entrevista pactada a Cándido Barral; en realidad no le vi en persona hasta que dieciocho años después ambos formamos parte de la candidatura municipal de los socialistas coruñeses; fuimos compañeros de Gobierno local durante aquella Legislatura en la que debutamos en la actividad pública. Desde el 23 de febrero de 1981 en cuanto llego a casa enciendo la radio.

6 comentarios:

Un traballador de novacaixagalicia dijo...

Despois do seu pase polo Consello de Administración de Caixa Galicia nos tempos nos que se xestou a situación que leva a quedarnos en caixa, debería dimitir e marchar para casa.

DIMITA

Xabier Pita Wonenburger dijo...

Hay políticos profesionales personas que no viven "para" sino "de" la política y difícilmente comparten valores, intereses y visión del mundo con los electores a los que, teóricamente, representan.

Su inclinación por políticas absurdas o contraproducentes no sólo se debe a la ignorancia y el desconocimiento sino también a la necesidad de adoptar cualquier medida que favorezca su permanencia en el poder, ya que la ocupación de cargos públicos constituye su mejor (cuando no su única) opción profesional.

Anónimo dijo...

Hola!

Déixoche este comentario porque non puiden contactarte doutra forma.

O motivo é que fixemos un TOP webs feitas por galegos en Quecarallo.net, queríamos saber si te animabas a participar :)

A dirección é www.quecarallo.net/top e se queres participar no foro, pois o mesmo, www.quecarallo.net

Sinto as molestias!

Bicos ;)

Anónimo dijo...

Hola a todos lectura de esta mensaje es muy impresionantes , comentarios como éste dan motivación quien reflejan esta mensaje.....

Pablo Franco dijo...

Pues un emotivo recuerdo, Mar. Yo era más joven, no tenía demasiada conciencia de lo que estaba pasando, salvo el nerviosismo de los padres salesianos y los padres de mis compañeros.

Cuando veo las imágenes de Tejero, pienso, qué lástima de energías gastadas en algo que simplemente no era ni bueno, ni posible, ni necesario. Justo como alguno que siempre participa aquí para lo mismo.
Un abrazo, Mar.

xan de couzadoiro dijo...

me gutaria saber que papel hizo de verdad el BORBON en el 23 f.

salud y republica