EL PESADO SONIDO DE LAS VUVUCELAS…

Y lo peor es que no hay a quien echarle la culpa, esta vez.. Con toque, con talento, con calidad, con fe en la victoria, con esfuerzo… con un campo impecable y la temperatura adecuada para el deporte, España pasó de ser “la que joga bonito” a una pesada escuadra que se embarra ante su propia calidad. A la Selección, esta tarde, se le olvidó lo principal.. en el fútbol, el balón tiene un objetivo que justifica su posesión: marcar un gol. Hoy, “la roja” quiso la pelota sólo para tocarla una y otra vez, empachándose de pases seguros a fuerza de no arriesgar y arriesgándose a perder un partido por el camino más difícil.

Esta claro que el equipo suizo había visto varias veces la eliminatoria que Chelsea y Barça protagonizaron hace apenas un mes y habían aprendido de memoria la lección: la posesión del balón no es importante; lo importante es ganar. Así, en este curioso homenaje a la “teoría Mourinho”, la selección española manejó la pelota casi el 80% del tiempo de juego… pero no fue suficiente. En realidad, casi nunca lo es. La historia nos dice que vale tanto la racanería del catenazzio como la magia brasileña o la precisión alemana. El fútbol es así.. un conjunto de triangulaciones y combinaciones, más o menos armónicas, a las que sólo el gol redime de su inutilidad.

Pero no seamos injustos.. el fútbol no es sólo el resultado y es mucho más que un medio para conseguir el único fin posible, pero su belleza se multiplica cuando se convierte en riesgo, en velocidad, cuando los jugadores deciden que el camino es sólo uno, hacia delante, y cuando los espacios se transforman en senderos que buscan la portería adversaria. Hoy, a España, los caminos le parecían empedrados y el terreno se achicaba al tiempo que el balón dejaba de ser el elemento diferencial para convertirse en una trampa mortal. Hoy, los mejores del mundo tropezaron una y otra vez en su propia red, tejida de pases innecesarios, de paredes infranqueables y de artificios completamente ajenos al fútbol español. Hoy España murió de virtuosismo inútil, frente a la eficacia de quienes jamás hubieran aspirado a semejante recompensa y el fútbol se rindió ante un amasijo de piernas, brazos y rebotes y un Casillas poco inspirado – sin que Sara Carbonero tenga nada que ver en el fallo, como dicen por el facebook! – .

La Selección actual no se parece en nada a la de otras épocas, pero quizás la lección que hoy aprendimos sea imprescindible: el talento no es suficiente.. Xabi, Inisesta, Torres, Cesc, Navas, Alonso, Piqué… Nada que ver con el fallo de Cardeñosa, con “la furia”, con Juanito provocando a los yugoslavos ni con el penalti de Eloy o la nariz sangrante de Luis Enrique.. “La roja” es distinta. Ha aprendido a ganar, a dominar el balón, a convertir la pelota en su aliada, a saltar más alto y ser más veloces, a medir 1,93 y hasta a hablar inglés.. Desde hoy sabe, además, que sin el gol todo lo demás es inútil y que cuando el “guaje” o el “Niño Torres” lo consigan, hasta el sonido de las vuvucelas será más ligero..