lunes, 31 de octubre de 2011

LOS SONDEOS Y LA FELICIDAD



Los días pasan y los sondeos se mantienen imperturbables. Quince puntos en intención de voto separan, apenas a unos días del inicio de la campaña oficial, al PP triunfante del PSOE que ha gobernado los últimos ocho años. Nada parece modificar esta foto, demasiado fija ya tras mantenerse así los últimos cinco meses. Nada. Ni la renuncia de Zapatero, ni la certeza de que la crisis ataca por igual a los países de nuestro entorno, ni los recortes en servicios públicos impulsados por los gobiernos autonómicos del PP ni siquiera el comunicado de ETA, anunciando el cese definitivo de la violencia, parecen suficientes argumentos para recortar una diferencia que parece, ya, prácticamente insalvable.




Pese a todo, Rubalcaba fiel a su máxima – no dejaré que nos ganen- se faja todos los días por esos campos de dios enumerando propuestas económicas, laborales, sociales, ambientales, participativas… en un ejercicio de pedagogía política que, tal vez, algunos cientos de miles de ciudadanos aprecien. Porque para el candidato socialista, tan importante como la fe en dar una batalla digna en el peor momento de nuestra reciente historia democrática, es el hecho de explicar a los ciudadanos que, a pesar de la crisis, a pesar de las dificultades económicas, a pesar de lo sombrío del futuro, a pesar del electroencefalograma plano que parece mantener la UE en este momento, hay ideas, hay programa y sobre todo, hay posibilidades de poner en marcha medidas innovadoras para variar el rumbo.




Una nueva política fiscal que grave más a las grandes fortunas y que varíe la distribución de la carga impositiva; medidas para una reforma de la ley electoral más participativa y representativa; apoyos a la contratación como medida para fomentar la generación de empleo; elevar los impuestos para sufragar la sanidad pública; incrementar la inversión en educación e investigación, movilizar la inversión pública para fomentar el consumo… Desde la celebración de la Conferencia Política, el candidato Rubalcaba se ha propuesto enumerar sin desmayo propuestas para todos los ámbitos sociales, convencido de que, finalmente, los ciudadanos valorarán la capacidad de diseñar una hoja de ruta para un momento en que la incertidumbre alcanza cotas históricas. Sin embargo, demoscopia en la mano, da la impresión que los electores valoran más la confianza que las propuestas; o dicho de otra forma, es más que posible que en las elecciones se castigue más la desconfianza en quienes gobernaron que la ausencia de propuestas concretas de quienes aspiran a gobernar.




Porque al otro lado de la “lona” electoral, Rajoy protege su ideario como un secreto bíblico y quizás – sólo quizás- mañana conoceremos, al fin, la literalidad de un Programa que el PP no parece querer enseñar y que a los ciudadanos tampoco parece preocupar demasiado.. El PP, subido a la ola victoriosa, pretende llevar a Mariano a la Moncloa sin necesidad de comprometer medidas que puedan resultar polémicas o que desvelen los planes del más que probable Presidente. Al PP parecen bastarle los datos del paro, la frialdad del futuro, el entrecejo de Van Rompuy y el clamor de la desesperanza de tanta gente para alcanzar la victoria sin arriesgar nada en la empresa.. Generalidades sobre la reforma impositiva, pinceladas abstractas sobre los convenios laborales, ambigüedades en torno a las políticas sociales.. pero, eso sí.. Rajoy nos promete la felicidad..




Hemos de reconocer el esfuerzo del líder popular y su generosidad. Porque pudiendo haberse limitado a explicar cómo se garantizan los servicios públicos mientras se bajan los impuestos; en lugar de decirnos cómo se consigue remontar el consumo mientras se recorta el gasto público; en vez de apuntar qué significa “austeridad” para los usuarios de la sanidad o la educación pública… o pudiendo haberse limitado a decir dos cosillas sobre Escribano, Negreira y la intuición.. no.. Mariano nos promete la felicidad.. Será de agradecer que, al menos, no se empeñe en firmarlo ante notario…

jueves, 20 de octubre de 2011

UNA DEMOCRACIA SIN VIOLENCIA, UNA DEMOCRACIA CON MEMORIA



Reconozco que hace tiempo había perdido la confianza de vivir el día de hoy. Declaraciones, negociaciones, treguas.. y siempre, al final, bombas o tiros en la nuca que poco a poco, muerto a muerto, nos fueron haciendo perder la fe en que un día el final de la violencia terrorista se hiciese realidad. También es cierto que, después de tres años sin muertos, ETA había pasado a ese lugar recóndito donde el cerebro esconde aquello que no quiere ver ni reconocer y ni siquiera la reciente Conferencia Internacional me convenció de que el final estaba tan próximo.


Pero hoy si; esta vez si. Con la misma trasnochada escenificación, pero con una retórica distinta ETA ha anunciado, al fin, su fin… Esta vez las capuchas dejaron entrever un momento distinto en que, como han dicho todos los responsables políticos, una ETA vencida deja paso a la sociedad libre y democrática triunfante. Esta vez si, pero como afirmó Rubalcaba, hoy el protagonista no es el terrorismo sino el Estado de Derecho capaz de sobreponerse a la miseria moral individual y colectiva que supuso la violencia terrorista durante años. Hoy, el triunfo es de una sociedad que se blindó unida frente a los asesinos, aún a pesar de algunas voces disonantes que no supieron comprender la grandeza de la unidad política y social.


Cuarenta y tres años de sangre, terror, amenazas y escoltas.. Más de ochocientos crímenes que tiñeron de dolor no sólo a otras tantas familias sino a un país entero que no se reconocía entre aquellos amasijos de bombas y casquillos. Llevo un par de horas haciéndome la misma pregunta.. y todo esto para qué?. Qué han conseguido las balas que no hubieran conseguido las urnas?. Qué logro puede hoy anotarse en el casillero del terror que no hubiera logrado el Estado de las Autonomías?.. Ninguno. 43 años para nada. Como dijo el Lehendakari, ETA ha robado 43 años a la sociedad vasca y a toda España; nos robó el privilegio de disfrutar de una democracia largamente esperada, sin sobresaltos nocturnos ni sirenas estremecedoras. Pero sobre todo, ETA robó a los vascos su derecho a sentirse libres y buenos. Nadie les devolverá a los unos los años pasados sin poder hablar libremente de política, sin poder saludar a un vecino, sin levantar la vista, sin caminar libres de escolta. A otros no les devolverá el terrible sentimiento de haber mirado para otro lado, de haber consentido el atropello, la amenaza, hasta el asesinato.. sin levantar la voz, sin protestar. ETA les ha robado a todos su derecho a discrepar, a reir, a respirar con libertad.


Pero, como dijo el Presidente del Gobierno, hoy es el día de la democracia y de la memoria, del agradecimiento a tantos y del recuerdo a quienes nunca podrán ver este día. Zapatero apela a la memoria colectiva, imprescindible para una sociedad fuerte y justa. Las víctimas, las de todos y las de cada uno, las que llenaron la vida de un país que no se merecía treinta y cinco años de democracia ensangrentada.


Hoy es el día de aquellos que perdimos y lloramos, aunque ni siquiera les conociéramos.. El día de tantos recuerdos del dolor: militares anónimos, un ingeniero de Lemóniz con las manos atadas a la espalda, Enrique Casas asesinado delante de su hijo, el río de sangre en el Hipercor, el asesinato del Puente de Vallecas, Irene Villa y su madre cubiertas de sangre, el río de manos blancas impotentes clamando por el asesinato de Miguel Angel Blanco, Jimenez Becerril y Ascensión, un concejal del PP asesinado que tenía una tienda de chucherías, Fernando Buesa tiroteado en el campus al lado de su escolta, Fernando Múgica muerto delante de su familia, Tomás y Valiente, el gran Ernest Lluch, un chaval destrozado al golpear un paquete bomba, un guardia civil en prácticas, Pagaza, Isaías Carrasco, la T4… Como dijo Patxi López, no nos lo merecíamos. Como afirmó Rubalcaba, los demócratas no permitiremos que reescriban la historia
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viernes, 14 de octubre de 2011

CAMPEÓN (ES)



Rajoy celebra su Convención Programática – es un decir- al calor del sur. Entre abrazos, besos y besamanos para ser Ministros, Rajoy se mantiene impasible.. no vaya a ser que una mala propuesta nos fastidie la fiesta del 20-N.. Ni una palabra – comprensible, al menos- sobre economía; ni una palabra –que se pueda repetir- sobre empleo. Pero eso sí, mientras Aznar resucita el fantasma de ETA – qué majo es este hombre..- Trillo anuncia que el PP impulsará la “cadena perpetua revisable”.. El ruido mediático no se hace esperar, mientras Mariano sonríe en una esquina.. entre el hombrecillo del bigote y aquel Ministro de Defensa del Yak le han arreglado la Convención.. sin necesidad de programa ni de propuestas.. y el tiempo corre…




El PP sale en tromba contra Pepe Blanco. Animados por la declaración de un delincuente y convenientemente informados por un sumario que de secreto ya no tiene nada, la derecha cree atisbar un flanco débil en el político que más teme Feijoo. El Mundo editorializa: Blanco debe dimitir, por imprudente… Con el suplicatorio camino del Parlamento, Cobián y Fernando Blanco dimiten y el PP cree expedito su camino. Pero cuando más felices eran se cruza una mala cita: Feijoo recibió en su despacho a Dorribo. “Con luz y taquígrafos”, repite, nervioso, el Presidente.. bueno, tantos taquígrafos no habría cuando la cita tuvo que desvelarla Pachi Vázquez. “No es lo mismo que Blanco”, repite el PP en sus declaraciones… pues no; efectivamente no es lo mismo.. el Gobierno del que Blanco forma parte no dio ni un euro a Dorribo. Después de la reunión con Feijoo, la Xunta aprobó subvenciones por 4 millones de euros para el “empresario”.. Como decía Alejandro Sanz.. no es lo mismo!.




La ciudad se convierte en un botellón nocturno, toda ella. Mientras el Gobierno Negreira sestea, las plazas de la ciudad se llenan de botellón cada víspera de festivo. Desmontadas las patrullas locales que se encargaban de proteger las zonas libres de ruido, atascados los servicios de limpieza viaria, desmantelado el programa de ocio nocturno y abandonado el Pacto Cívico, el botellón, aquél problema que para Negreira era prioritario mientras estuvo en la oposición, se ha convertido en una pesadilla para todos los barrios. Dedicado el Concejal de Seguridad Ciudadana en cuerpo y alma a los exabruptos, el tráfico se colapsa cada día, la seguridad vial ofrece cifras preocupantes y el botellón se convierte en protagonista de la noche coruñesa. Ante esto, Negreira tiene una gran idea: un amplio consenso político. Lástima que antaño eligieran la confrontación y hayan metido el Pacto Cívico en el cajón… y sin haberlo leído!.




Negreira lo tiene claro: ante cualquier problema la mejor solución es el silencio. Absorción del Pastor?, silencio.. y “buenas vibraciones”. El Conselleiro desprecia Alvedro y respalda otros aeropuertos?, silencio.. y silencio.. Se hacen públicas las desproporcionadas indemnizaciones para directivos de NCG?, silencio.. bueno, silencio o atacar a quien dimite del Consejo… Dejando aparte las paranoias personales del señor alcalde, qué importante era para la ciudad que en Maria Pita se sentase alguien con criterio, con valentía y dispuesto a defender la ciudad. “Nunca el tiempo es perdido..” reza la canción.. puede que sí, puede que “el tiempo Negreira” no pase de ser un tiempo perdido…

domingo, 9 de octubre de 2011

INDEMNIZACIONES Y FUSIONES



La semana que comenzaba con el escándalo de las indemnizaciones a directivos de NCG, termina con la absorción del Pastor por el Popular. Una inaplazable ocasión, por tanto, para examinar las consecuencias que la reorganización del sistema financiero español está teniendo sobre nuestra ciudad y Galicia en general. Porque el debate generado en torno a los contratos millonarios, siendo imprescindible desde un punto de vista ético y social, no puede obviar el fondo del asunto: han perdido Coruña y Galicia su protagonismo en el sistema financiero español?. Todo parece indicar que si.




Dos años y medio han bastado para diluir cualquier rastro de la vocación emprendedora de los gallegos entre las entidades supervivientes al tsunami del entorno financiero, con las consecuencias evidentes para el tejido empresarial, especialmente para aquellas empresas pequeñas y medianas. Galicia se queda sin entidades y las empresas gallegas sin el respaldo estratégico para sus proyectos. La vinculación de NCG y Pastor al crédito familiar gallego aboca ahora a miles de gallegos a la incertidumbre de qué pasará con sus ahorros y, sobre todo, si las nuevas entidades mantendrán la íntima relación territorial que tenían. Cierto que “el capital no tiene patria” pero es innegable la estrechísima vinculación que, hasta ahora, Galicia entera tenía con sus entidades financieras.




Por tanto, más allá de que se tomen las medidas precisas para evitar indemnizaciones impúdicas, es urgente garantizar que el tejido empresarial gallego podrá seguir contando con el respaldo que, hasta la fecha, brindaron el Pastor y ambas Caixas y que el servicio y el crédito y ahorro familiar quedarán también atendidos. Feijoo y su Gobierno deben pasar del mesado de cabellos en las ruedas de prensa a la proactividad económica y financiera. Hasta la fecha, el saldo de sus dos años y medio de Gobierno es demoledor: Galicia ha perdido toda su presencia en el ámbito financiero y las cifras de la actividad económica sonrojarían a cualquiera . El Igape, hoy más ocupado en defender a sus directivos en una causa penal que en ejercer sus funciones, debe constituirse en el motor que necesitan empresas y negocios hambrientos de un crédito que ahora parece imposible. Los Gobiernos están para las ocasiones y ninguna parece más adecuada que esta.




A nivel local, nuestra ciudad ha pasado del liderazgo a la incertidumbre en apenas unos meses. Es imprescindible un amplio consenso ciudadano, social, institucional y económico que impida la pérdida de estandartes que son mucho más que simples nombres en la historia local: el Pastor, la Fundación Barrié, NCG, su Obra Social.. Crédito, inversión cultural, compromiso con la educación, atención social, ayuda a emprendedores… Tiempo de pasar de las musas al teatro. Tiempo de pasar de la dialéctica estéril a las decisiones de futuro. Coruña no puede esperar.

miércoles, 5 de octubre de 2011

INDEMNIZACIONES, DIA 2




Soy de las que piensan que la política es una de las actividades más nobles a las que puede dedicarse una persona. Gestionar el bien común, promover leyes que cambian la sociedad, participar – aunque sea desde lugar más humilde- en la construcción de un proyecto colectivo en una ciudad o en un país, es una tarea en la que bien vale la pena emplear una parte de la vida. Desde hace algún tiempo, con el devenir de la crisis económica, la política y el fracaso de la misma a la hora de hacer frente a las necesidades reales de las personas, se han convertido más en un problema que en una herramienta de transformación social.





La política y quienes nos dedicamos a ella figuramos en los primeros lugares del desafecto social y tal desapego no tiene color, ideología ni patria: a todos alcanza y en todos los países. La siempre intima relación entre política y economía han llevado a la primera al pozo del desamor al tiempo que la segunda se colocaba en la pole position de las preocupaciones ciudadanas, mientras daba bandazos incontrolada e incontrolable. “Es la economía, idiota!”.. o quizás es el paro, el temor al futuro, el crédito inexistente, el miedo a la enfermedad, la pobreza.. Es la crisis. Tengo para mí que de esta situación no salimos si no hacemos un esfuerzo, no sólo por mejorar los resultados de nuestra gestión, sino para reivindicar una actividad que debe ser revalorizada, en primer lugar, por quienes nos dedicamos a ella y sentida por los ciudadanos como parte esencial de lo mejor de nuestra sociedad, la democracia.





Deben sentarse políticos en los Consejos de Administración?. Creo que sí. Creo en el control público de las entidades financieras, aún a pesar de la deficiencia de este control, evidente en los años de la expansión económica. Debe dar cuentas un político de su gestión a los ciudadanos?; si, en todo caso. Y desde luego, debe asumir su responsabilidad si cree que debe hacerlo en un momento dado. No aprecio la “omertá”. Creo con sinceridad que es posible decir que no, plantarse – como en las siete y media- y reconocer abiertamente que algo no va bien. Algo no va bien si, mientras miles de personas necesitan un crédito, una Caja con dificultades mantiene millonarios pagos a ex directivos. Algo no va bien cuando una entidad en crisis aprueba un duro Plan de austeridad que alcanza a trabajadores y la Obra Social y no aplica estos mismos recortes a las indemnizaciones.





Pero sobre todo, algo no va muy bien cuando es más importante criticar a quien dimite que preguntarse en voz alta cuántos pagos de este tipo quedan por realizar y cuál es el montante que resta. No esperaba, válganos dios, comprensión alguna por parte del portavoz del Gobierno municipal de Coruña; hace tiempo que el señor Flores está empecinado en convertir la dialéctica política en un barrizal, pero sí algo más de preocupación y dignidad tanto en el Alcalde Negreira como en el Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. El uno por ser el regidor de la ciudad que vio nacer una de las Cajas matrices de NCG y sede del banco resultante, el otro por haberse convertido – por voluntad propia- en el adalid y defensor de una fusión llamada a ser histórica y que derivó en anémica. Preocupa al Alcalde la continuidad del empleo en la ciudad y el mantenimiento de la entidad?; qué tiene que decir Feijoo sobre aquella auditoría que blandía orgulloso para demostrar que la entidad fusionada tenía un valor de 1.700 M€ ahora que la han valorado en 150M€?. Hay alguien ahí?.





Las posiciones personales son intransferibles. La coherencia política no se transmite por ósmosis. La responsabilidad individual o se asume o no. Pero más allá de mi persona, flaco favor el que algunos políticos hacen a la política en general empecinándose en criticar al adversario: si no dimite porque no dimite, y si dimite para menguar el valor del gesto. Me quedo, en fin, con la reflexión que apuntaba esta mañana un compañero: “algunos parecen mucho más ocupados en criticar tu dimisión que preocupados en criticar las indemnizaciones”. Pues eso.

martes, 4 de octubre de 2011

NOVACAIXAGALICIA



En el año 2004 entré en el Consejo de Administración de Caixa Galicia, representando al Ayuntamiento de Coruña. Sustituí en aquél momento a Méndez Romeu, tras su nombramiento como Secretario de Estado del primer Gobierno de Zapatero. Durante año y medio formé parte de la Comisión Delegada e intenté seguir con atención la información que semanalmente nos trasladaban los gestores, en un momento en que las Cajas entraban de lleno en el mercado inmobiliario mientras una parte de los Bancos internacionalizaban su negocio.
Anualmente la Caja era auditada, siempre con informes favorables ratificados todos y cada uno de ellos por el Banco de España. Eran los momentos de expansión y el negocio se incrementaba al mismo ritmo que la plantilla y las inversiones. En 2005 entró en el Consejo de Administración Salvador Fernández Moreda representando al Ayuntamiento – la Diputación no tiene representante-, tras la asunción, por parte de Caixa Galicia de la gestión del Teatro Colón. Desde el Gobierno municipal y la dirección de la Caja se pactó que yo permaneciese en el Consejo formando parte de la representación de entidades sociales. No era la primera vez que se procuraba una salida de este tipo y Caixa buscaba que hubiese una presencia política que tuviera relación con la representatividad en las instituciones en aquél momento (el PSOE gobernaba la ciudad, la diputación, la Xunta y el Gobierno de España).
Con el proceso de fusión se prorrogó el Consejo en un primer momento y luego se formalizaron los órganos de gobierno de la nueva entidad NCG. En el nuevo Consejo de Administración y en los Consejos Territoriales nos hemos sentado representantes políticos de los tres grupos que tienen presencia en el Parlamento gallego: Salvador Fernández Moreda, Pepe Orozco, el alcalde de Curtis, el de Cabana de Bergantiños, el de Burela, un cargo de confianza del BNG representando al Concello de Pontevedra, así como representantes de los trabajadores de CCOO y de un sindicato de la casa. En el Consejo actual estamos: Moreda, Cainzos – alcalde de Curtis-, Veiga – Concello de Pontevedra- y un representante de CCOO.
En el Consejo de Administración se aprobó el Plan de fusión, el de recapitalización y se dio paso al nuevo Banco, NCG. Anualmente se aprobaron las partidas genéricas de retribuciones a directivos y fueron aprobadas. No tengo consciencia de que en ningún momento se detallasen las indemnizaciones de los contratos de miembros de la dirección aunque recuerdo perfectamente cuando se anunció que Javier García de Paredes se incorporaba a los contratos de alta dirección que tenían tres miembros de la antigua Caixanova –entre ellos José Luis Pego- ; en cualquier caso, dichos contratos figuraban en el Banco de España para su validación y la pertinente autorización.
Mucho se habló de la situación “real” de las Cajas y en concreto de NCG. Personas que en su momento fueron consideradas social , económica y mediáticamente, pasaron a ser considerados los culpables del “desastre financiero”. Quienes en su día vendieron la fusión como el éxito estelar del Gobierno gallego, fueron sustituyendo las salvas por cañonazos a muerte. Nunca participé de la opinión de que la gestión de las Cajas había sido nefasta y la situación actual derivaba de directivos inconscientes que nos habían arruinado. Y no lo creí porque eso sería incompatible con los anuales parabienes del Banco de España y, aún es más, se me antoja que si la autoridad financiera sospechara que esta gestión es la responsable de que haya habido que inyectar 2.400 millones del FROB en NCG, no habría consentido la continuidad de buena parte de la dirección, como hizo en la CAM o con la actuación en la Caja de Castilla la Mancha.
Creo, por tanto, que la situación de las Cajas y en concreto la de NCG se debe a distintos factores, buena parte de ellos en relación con la crisis financiera, el problema de la deuda pública y la necesidad de reforzar al máximo el sistema financiero español, eliminando o disminuyendo a mínimos la presencia de las Cajas y consolidando pocos y robustos grupos financieros, capaces de resistir los embates de una crisis feroz y de la desconfianza de los mercados. El decreto por el que se modificaron las condiciones de valoración de las Cajas no fue sino un paso más – probablemente el definitivo- en esta política de variar el sistema financiero español y afectó de manera irreversible a NCG. Creo, por tanto, en la capacidad y solvencia profesional de los equipos directivos que, no podemos olvidar, convirtieron en 20 años pequeñas Cajas locales en dos entidades de presencia más que digna en el sistema español. Creo también, que la historia y la profesionalidad de estas personas debe juzgarse en su día con perspectiva, tanto histórica como económica.
Tampoco participo de la demonización de la presencia de políticos en los Consejos de Administración de las Cajas. La crisis nos ha enseñado que aquellos que se denominan “profesionales” no fueron capaces de prever ni atajar las consecuencias del expansionismo que vivió el sistema financiero mundial y la quiebra de varias entidades bancarias, así como las dificultades de otras muchas nos permiten ver claramente que no ha habido demasiados “expertos”. Por otra parte, el control público ejercido a través de representantes de los parlamentos, los ayuntamientos o los gobiernos autónomos no me parece que deba desecharse para el futuro. Pero está claro que la presencia de las personas que ostentamos un cargo público o que pertenecemos a una formación política está sujeta a otros parámetros que no tienen quienes representan a los impositores o entidades sociales. Desde luego, nuestra posición es y ha de ser distinta.
Miles de gallegos necesitarían hoy un crédito que NCG no puede ofrecerles. Cientos de emprendedores necesitarían un crédito para crear empleo y sacar adelante un negocio y la Caja no puede ofrecérselo. Cientos de entidades sociales, deportivas o culturales miran con recelo y temor la pérdida de inversiones de la Obra Social de NCG. Por tanto, es un momento para tomar decisiones pensando en la realidad social que vivimos y no en otras cosas. Me han dicho que estos contratos venían de tiempos anteriores; seguramente, pero en circunstancias económicas radicalmente distintas no pueden mantenerse las mismas indemnizaciones. Mientras se recortan servicios públicos, se paralizan obras y se replantean inversiones no podemos pensar que las indemnizaciones a directivos pueden ser idénticas que hace diez años. Me han dicho que se daba cuenta del montante al Consejo; puede ser. Bien que me extraña que personas que fueron ciertamente críticas con la fusión, con la bancarización y con algunos temas de personal no hubieran alertado y hecho públicas estas cifras.
En cualquier caso: si en algún momento, en algún Consejo en el que yo estaba se aprobaron estas indemnizaciones, no me cabe más que la dimisión por haberlas aprobado y no haberlo hecho público. Si no pasaron -como creo recordar perfectamente- no puedo hacer otra cosa más que dimitir, porque no me parece razonable, prudente ni riguroso que se hayan aprobado en estos momentos. Seguiré siendo cliente de una entidad que, espero, tenga una larga vida por el bien de toda Galicia.