Aunque la melodía de Amaral lleva camino de convertirse en la banda sonora informal de los actos del Vicepresidente Rubalcaba, lo cierto es que cuatro días después del Comité Federal su estribillo parece ideado para describir la reacción de la derecha española – política y mediática- ante el anuncio del Presidente Zapatero de que no se presentará a la reelección. Y es que tras siete años convirtiendo al Secretario General del PSOE en el responsable de todos los males del país, desde el desastre de la invencible, parece que la lobby conservador le resulta difícil – cuando no imposible – variar los argumentos y ajustar el discurso a la nueva situación.
El propio Zapatero avisaba el domingo, en el multitudinario mitin de Murcia, que al PP se le había agotado el argumento principal – por no decir el único- de aquí a las Elecciones Generales y que había llegado el momento de escuchar las propuestas económicas, sociales, administrativas o educativas de un partido que aspira a gobernar España y del que apenas hemos oído iniciativa alguna, fuera de lugares comunes y reflexiones genéricas que lo mismo valen para un roto que para un descosido. Sin embargo, el PP y su “TDT Party” – Gabilondo dixit- se mantienen aferrados al “váyase Zapatero” huérfanos, tal vez, de cualquier otra idea o quizás esperando que la economía, algún inevitable ruido interno y la crisis del PSOE andaluz terminen llevando a Mariano a la cima de otra escalera.. la de la Moncloa.
Puestas así las cosas, la derecha ha explorado, en estos cuatro días, todas las posibilidades de crítica a la decisión del Presidente llegando incluso a rozar el ridículo en algún caso como cuando Rajoy se empeña en señalar el peligro de la “bicefalia”, olvidando que él mismo fue candidato –eso sí, designado, que no electo – mientras Aznar presidía el Gobierno de España. Transitoriedad, inestabilidad, legislatura agotada, desconfianza; los conservadores se empeñan en insistir en la necesidad de convocar elecciones anticipadas en un razonamiento imposible: qué mayor sensación de inestabilidad para un país que un adelanto electoral ?. Pero es que siete años son muchos y la estrategia de tiro al blanco diseñada y mantenida desde la oposición daba frutos y, esperaban, alfombraría el camino a una victoria segura. Lástima haber errado en las previsiones – unos de los diarios referentes de la derecha titulaba el propio sábado “Zapatero se aferra al poder”- y que la decisión del Presidente del Gobierno les coloque ahora, como a la protagonista de la canción de Amaral, “como un actor que olvidó su guión”.. Y es que al final, sin Zapatero no son nada.
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