Como en cualquier encrucijada política, no faltan dentro y fuera del Partido Socialista, quienes están prestos a señalar los errores pasados y los caminos de superación futuros. Si para unos el Gobierno gallego no respondió a las expectativas de cambio, para otros la existencia de un socio nacionalista de rígida concepción mental y política estuvo en la raíz del resultado del dia 1 de marzo… No falta, por supuesto, como en cada proceso subsiguiente a una derrota, quienes se apresten a pasar facturas de décadas y aquellos que suenan en que en tiempos de mudanzas triunfará su perfil.. más o menos apolíneo según el caso.
De los de fuera tampoco faltan ideas y recetas mágicas, casi todas adivinando el pasado y alguna más osada, apuntando reflexiones para un futuro que, tengo para mi, no se presenta tan incierto como gustaría a más de uno. Y aprovechando el momento, los pensadores y opinadores varios encuentran un hueco para llegar al tan añorado “ya lo decía yo” y colocarnos ante el supuesto dilema colectivo de elegir entre la opción apadrinada y el fin del mundo.
Hace un par de días, desde un artículo de opinión se concluía que el “pecado” original del PSdeG era su falta de fé en “el país”.. o sea, en Galicia y que el excesivo peso de las estructuras municipales y el liderazgo durante años de alcaldes y referentes políticos en las áreas urbanas impidió la consolidación de un proyecto “nacional” y galleguista propio. Esta, por lo visto, era la historia del socialismo gallego democrático y dicha “sombra” habría resurgido en el subconsciente colectivo a la hora de gobernar Galicia estos últimos cuatro años... O sea, la vieja “teima” de que si se es municipalista no se puede creer en un proyecto común coherente y sólido para Galicia.
Pocas afirmaciones son más lejanas a la identidad de los socialistas gallegos que su “desafección” por el galleguismo, pero pocas líneas de pensamiento han llegado a causar más desconcierto e incluso una cierta mala conciencia que esta que nos coloca en un lugar discreto a la hora de “amar a nuestro país”. Si a ello añadimos el supuesto enfrentamiento entre los poderes municipales y la concepción autonómica tenemos el cóctel perfecto para dedicarnos al ombliguismo y la redefinición eterna, mientras la derecha gobierna administrando con menos pesares sus certezas y sus incertidumbres.
Seguramente hay algo infinitamente peor que “no tener un proyecto claro de país”.. y es inventarse un país. Intentar crear de la nada una entidad superpuesta a la realidad que trata de modificarla a golpe de Decreto es, siempre, garantía de fracaso. Galicia existe queramos o no, pero tal vez no exista un país que precise una nueva organización administrativa ni uno que necesite crearse para mayor gloria del pensamiento político huérfano de proyecto y objetivo. Galicia es un país en el que el peso de sus territorios es desigual, como en otras Comunidades, sin que eso tenga en absoluto nada que ver con la accesibilidad universal a los servicios, las comunicaciones o el ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía..
En Galicia pesan sus áreas urbanas como en Cataluña no es lo mismo Barcelona que Tarragona, como Extremadura polariza en torno a Cáceres y Badajoz y como Asturias es, sobre todo, la historia de una conurbación que engloba tres municipios principales. Y el socialismo gallego ni ha tenido ni debe tener ningún complejo a la hora de combinar esta realidad con un proyecto de modernización, sostenibilidad y justicia sustentado en la defensa de los servicios públicos, en la inversión continua en comunicaciones (físicas y tecnológicas) y en el fortalecimiento de las instituciones, desde la transparencia, la accesibilidad y la complicidad con los ciudadanos.
El próximo Congreso Extraordinario y la posterior Conferencia Política deben servir para que no dejemos avanzar ni un milímetro a quienes intenten introducir alguna inconsistencia en nuestro discurso político. El socialismo gallego es municipalista porque sólo así se construye de verdad Galicia – o la Galicia de verdad- , porque la cohesión territorial precisa de la alianza con las áreas más dinámicas de la Comunidad y porque la ciudadanía merece propuestas de una izquierda moderna poco acomplejada y porque la dicotomía “ayuntamientos vs gobierno autonómico” sólo es posible en la mente de quienes ni han gobernado ni se verán en ese trance nunca. El papel puede con todo, pero las personas esperan una señal para la confianza.
De los de fuera tampoco faltan ideas y recetas mágicas, casi todas adivinando el pasado y alguna más osada, apuntando reflexiones para un futuro que, tengo para mi, no se presenta tan incierto como gustaría a más de uno. Y aprovechando el momento, los pensadores y opinadores varios encuentran un hueco para llegar al tan añorado “ya lo decía yo” y colocarnos ante el supuesto dilema colectivo de elegir entre la opción apadrinada y el fin del mundo.
Hace un par de días, desde un artículo de opinión se concluía que el “pecado” original del PSdeG era su falta de fé en “el país”.. o sea, en Galicia y que el excesivo peso de las estructuras municipales y el liderazgo durante años de alcaldes y referentes políticos en las áreas urbanas impidió la consolidación de un proyecto “nacional” y galleguista propio. Esta, por lo visto, era la historia del socialismo gallego democrático y dicha “sombra” habría resurgido en el subconsciente colectivo a la hora de gobernar Galicia estos últimos cuatro años... O sea, la vieja “teima” de que si se es municipalista no se puede creer en un proyecto común coherente y sólido para Galicia.
Pocas afirmaciones son más lejanas a la identidad de los socialistas gallegos que su “desafección” por el galleguismo, pero pocas líneas de pensamiento han llegado a causar más desconcierto e incluso una cierta mala conciencia que esta que nos coloca en un lugar discreto a la hora de “amar a nuestro país”. Si a ello añadimos el supuesto enfrentamiento entre los poderes municipales y la concepción autonómica tenemos el cóctel perfecto para dedicarnos al ombliguismo y la redefinición eterna, mientras la derecha gobierna administrando con menos pesares sus certezas y sus incertidumbres.
Seguramente hay algo infinitamente peor que “no tener un proyecto claro de país”.. y es inventarse un país. Intentar crear de la nada una entidad superpuesta a la realidad que trata de modificarla a golpe de Decreto es, siempre, garantía de fracaso. Galicia existe queramos o no, pero tal vez no exista un país que precise una nueva organización administrativa ni uno que necesite crearse para mayor gloria del pensamiento político huérfano de proyecto y objetivo. Galicia es un país en el que el peso de sus territorios es desigual, como en otras Comunidades, sin que eso tenga en absoluto nada que ver con la accesibilidad universal a los servicios, las comunicaciones o el ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía..
En Galicia pesan sus áreas urbanas como en Cataluña no es lo mismo Barcelona que Tarragona, como Extremadura polariza en torno a Cáceres y Badajoz y como Asturias es, sobre todo, la historia de una conurbación que engloba tres municipios principales. Y el socialismo gallego ni ha tenido ni debe tener ningún complejo a la hora de combinar esta realidad con un proyecto de modernización, sostenibilidad y justicia sustentado en la defensa de los servicios públicos, en la inversión continua en comunicaciones (físicas y tecnológicas) y en el fortalecimiento de las instituciones, desde la transparencia, la accesibilidad y la complicidad con los ciudadanos.
El próximo Congreso Extraordinario y la posterior Conferencia Política deben servir para que no dejemos avanzar ni un milímetro a quienes intenten introducir alguna inconsistencia en nuestro discurso político. El socialismo gallego es municipalista porque sólo así se construye de verdad Galicia – o la Galicia de verdad- , porque la cohesión territorial precisa de la alianza con las áreas más dinámicas de la Comunidad y porque la ciudadanía merece propuestas de una izquierda moderna poco acomplejada y porque la dicotomía “ayuntamientos vs gobierno autonómico” sólo es posible en la mente de quienes ni han gobernado ni se verán en ese trance nunca. El papel puede con todo, pero las personas esperan una señal para la confianza.
12 comentarios:
Hola Mar, a mí tampoco me gustó el artículo de Suso de Toro y estoy de acuerdo en lo que planteas. Sin embargo, también creo que en la Xunta nos olvidamos de esa Galicia que conocemos y representamos y adoptamos una concepción que no era la nuestra sino la de nuestro socio, al menos a la hora de las iniciativas y de hacer política.
Un abrazo, Ramón
En mi opinion, de todos los niveles de gobierno y todos los ámbitos de actuación política, la política municipal es la política con mayúsculas, la más cercana, la que te ayuda en el dia a dia, en tu pueblo o ciudad, la que se ve, la que se palpa. Creo que cualquier proyecto debe basarse en políticas municipales coordinadas y estructuradas y desde ahí entretejer todo el proyecto. Esto creo que es aplicable en Galicia y en cualquier sitio, también creo que la gente vota lo que ve, lo que le ayuda, lo que le soluciona sus problemas cotidianos,eso es política municipal.
Besos y ánimo, Msr
Estrella
El Bolque es una carga demasiado pesada. Casi nadie se identifica con ellos porque presentan un "país" inventado que nada tiene que ver con la realidad. La gente es mucho más terrenal y se preocupa por su presente y su futuro y el futuro de sus hijos. El manido discurso de los derechos del gallego (idioma), harta y aburre. El gallego no tiene derecho a nada. El gallego es un idioma, un patrimonio cultural que puede ser objeto de protección, pero no a costa de los derechos de la maryoría de los ciudadanos.
Tenemos que entender claramente esto y desvincularnos de este lastre. Aprendamos algo de lo que ha pasado...
Muy acertado tu artículo. Hace falta una visión global y un conocimiento real de las cosas para poder obrar en consecuencia. Completamente de acuerdo en que en el papel de los que no aspiran a gobernar cabe de todo, pero real, poco.
Decir que Galicia no necesita una redefinición es no conocer la realidad. Por supuesto que se puede ser municipalista y galleguista pero no hay más que ver la distribución de las comarcas para darse cuenta de que no son operativas ni reales; ¿se pueden mantener ayuntamientos de 2000 a 10000 habitantes cuando hay parroquias que tienen a veces más personas viviendo en ellas?; ¿para que sirven las diputaciones? si solo sirven para repartir dinero para eso cada uno que administre el suyo; ¿por que nunca se habla de un área metropolitana de Santiago? ¿no es tan clara como las de Vigo o Coruña o incluso más?.
Al bipartito, como antes a los gobiernos del PP, le falto valor para cambiar una ordenación antigua e inservible y le falto valor precisamente por la presión de los políticos municipales; mientras se piense solo en política, en ideales y conceptos y no en el trabajo del día a día no se verá la realidad de Galicia.
LA LINEA QUE SEPARA EL ÉXITO DEL FRACASO
La que llamamos genio no es más que la voluntad de realizar continuos esfuerzos. La línea que separa el fracaso del éxito es tan fina que casi no se nota cuando se atraviesa. Es tan fina que a menudo la estamos pisando y no nos damos cuenta. Cuantas veces abandonamos la partida en el preciso momento en que con un poco más de esfuerzo, con un poco más de paciencia, hubiéramos alcanzada éxito. De la misma manera que la marea se aleja la playa hasta que llega a un punto en que retorna hacia la costa, también en la política una solución puede parecer que se está alejando de nosotros, cuando en realidad puede haber llegado a su punto de retorno. Un poco más persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía un fracaso puede convertirse en un destacado éxito. No existe otra derrota que la que aceptamos en nuestro interior, ni existe ninguna barrera franqueable excepto nuestra propia debilidad en la persistencia y en la constancia.
Desde el punto de vista de los socialistas, y de la sociedad gallega en general, estamos en un momento delicado, crucial para definir el futuro que tendremos a medio ya largo plazo.
Los socialistas tenemos ante nosotros la disyuntiva de buscar entre todo lo que hay que es lo que debe ser salvado de la quema o, directamente, quemarlo todo. Apuesto más por la opción de salvar lo posible,y ello aunque no estoy al cien por cien con de acuerdo con Pachi, a día de hoy es un buen candidato para plantar cara a Feijoo desde O Hórreo, pulir tensiones y ver si se consolida de aquí a un par de años con un buen equipo y nos vale como candidato a la Presidencia. El Hórreo es el lugar de donde sin lugar a dudas ha de estar nuestro candidato.
¿Opciones más puristas? Las hay claro, ¿inventarnos unas primarias y sacar adelante a un candidato a lo mejor de la nada y arriesgarnos a navegar 20 años por el desierto en busca del anhelado discurso y metodología a aplicar para acercarnos más al electorado?, o ¿a lo mejor votar a un candidato que tiene más tirón en en ciertas áreas de Galicia y acertar? también será posible.
Mi opción es apuntalar lo que ya tenemos, consolidar nuestro electorado y aplicar desde antes de ayer una política que visualice las contradicciones, mentiras y medias verdades de los populares, empezando por donde estuvieron reclados estos cuatro años los nuevos altos cargos, quienes puedan estar violando las normativas sobre incompatibilidades, quienes hoy todavía son gerentes de empresas que licitan, y van a segui licitando violando la Ley de Contratos del Sector Público, quienes no declaran todo su patrimonio; cosas a las que esta buena gente nos tiene acostumbrados.
Es fácil decir que todo el mundo se ha equivocado, es fácil disparar hacia los miembros del gobbierno de Touriño, y es fácil apuntar hacia una secretaria de organización que no participó de las labores de gobierno y se incorporó al equipo hace nmás bien poco. Todo eso es fácil, pero no sería justo ni adecuado a la realidad, tal como yo la veo. Pachi ha relanzado el partido en un entorno tan hostil como Ourense contrarestando a un Baltar de la vida. Varela ha hecho una gestión muy buena en Traballo, y ha sido, en cierto modo, puente del Consello de Touriño con el Partido. Y tú Mar, has sido la cara cercana por definición del socialismo, has estado excepcional en algunos debates y has lanzado los mensajes en positivo de que era lo que se había transformado gracias a los socialistas en esta tierra. Cualquiera de los tres tenéis una inteligencia natural y emocional que para sí la quisieran algunos de los que se quieren deshacer de vosotros con triquiñuelas del todos en un mismo saco, que ya estaban, que ya no valen, que están caducos,...
Lo dicho Mar, estos días anda la cosa por aquí muy revuelta, pero mucha gente, honestamente creo que una mayoría en toda Galicia, apuesta por gente como tú como lo que meridianamente claro representa el socialismo. Y por cierto, hoy, a pesar de que gobernará Feijoo, estamos de enhorabuena todos los gallegos: hay cosas que ya no se atreven a cambiar, no pueden, realidades que hemos creado y permanecen, hoy tenemos otra mujer como Presidenta no Parlamento Galego, ahí es nada. Felicitaciones a Pilar Rojo, pero sobre todo a la gente que como tú, como Ricardo, como María Debén, que dejasteis muchas cosas importantes atadas y bien atadas. Trabajo bien hecho.
Gracias.
Non entendestes nadiña, pero nada, nada...
En fin, ogallá algún día teñamos uns políticos de esquerdas neste país que estean á altura.
El caso Gürtel incluye aportaciones de dinero a la campaña gallega en 1998.
Esto forma parte del auto de Garzón que ya empezamos a entender porqué se le criticaba tanto. Xornal.com:
En concreto, Garzón asegura que Galeote y Bárcenas “estarían enmarcados” dentro de la trama de corrupción “con el cometido de facilitar las actividades delictivas de la misma a través de la consecución de eventos y reparto de fondos procedentes de los mismos, en beneficio propio”. Ambos aforados nacionales utilizaron “su posición en el partido y su capacidad de concesión o gestión de eventos” para favorecer a la organización de Correa y a cambio recibieron “cantidades en efectivo o pagos en especie”, como coches de lujo, compras en tiendas de ropa, viajes, billetes de avión o estancias en hoteles y apartamentos.
En el auto, además se precisa que “directa o indirectamente” Bárcenas habría recibido 1.353.000 euros de la presunta trama de corrupción liderada por el empresario Francisco Correa mientras que Gerardo Galeote habría obtenido 628.310 euros.
Hagamos una oposición, más constructiva que nunca por favor, con esto.
En medio de la crisis interna que viven los partidos políticos es, cada vez, más perentorio revisar la duración de cada mandato y limitar la permanencia en los cargos políticos. ¿El objetivo? Evitar que los concejales y diputados «se eternicen» en el cargo.
La corrupción se ha convertido en información y charla cotidiana demuestra nuestra indignación. Todos los días despertamos con distintas “variaciones” de políticos presuntamente corruptos. Es, inequívocamente, síntoma de que hemos perdido el rumbo político. Vivimos desorientados y llevamos “rumbo de colisión”. Gran mayoría de los “autodenominados” “políticos profesionales” manejan y manipulan a los demás para beneficio propio.
La peor parte en la actualidad se la lleva el PP, sobre él y sus miembros diluvian las acusaciones, pero en vez de remangarse y ponerse duro a la faena de desenfangar la actualidad parecen dispuestos a cubrirse unos a otros, a maldefenderse y a negarlo todo. Parece imposible esperar regeneración, renacimiento y recuperación de la vida política y social. No hay nada como una comisión de investigación “tipo PP” para que no se investigue nada y no llegue a los ciudadanos, o a los tribunales en su caso, de forma que sean desenmascarados y dejen definitivamente la actividad pública y, si procede, encarcelados. Falta conciencia de limpieza y renovación en TODOS los partidos políticos.
AVISO A NAVEGANTES...
Es muy fácil caer en el error de criticar a los demás. A nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo... Las personas somos diferentes. Ni mejores, ni peores. Ha sido la diversidad uno de los factores que ha hecho progresar a la humanidad. Aceptar y respetar la diversidad es un acto de inteligencia suprema.
Cuanta más generosidad y tolerancia, más capacidad intelectual tendrá nuestro cerebro. Criticar es un factor importante en la escala de pensamientos negativos que nos perjudica psíquica y físicamente
Pasamos horas en analizar con detalle los defectos de los demás. Es un tiempo precioso que podríamos emplear en observarnos a nosotros mismos y combatir esos mismos defectos. Si vas a criticar a alguien practica el "pensamiento opuesto". Analiza de forma honesta, sincera y valiente ese mismo defecto en ti. Tu mente adquirirá mayor grandeza si la empleas en autoanalizarte y en tratar de superar tus propios defectos.
Criticar, obstáculo para las buenas relaciones humanas
A veces, cuando una persona critica en nuestra presencia a un tercero, nos vemos identificados con la persona criticada, nos molesta. También pensamos que esta actitud prepotente del crítico no nos librará de criticas a nosotros con otras personas. El que critica frecuentemente, va adquiriendo mala imagen.
Dale Carnegie daba el siguiente consejo: "Hable usted de sus propios errores antes de criticar al prójimo". Cuando llame la atención a su hijo por algo, piense en lo que hacía usted a su edad. Comience diciéndole: "Yo también a tu edad hacia lo mismo, incluso peor que tú...". Es muy sabio aplicar el dicho "Antes de que digan, digas", esto es, nos indica que es mejor adelantarse a los demás en explicar los defectos propios.
Piense en cómo hemos reaccionado nosotros mismos ante las críticas. Si no tiene mala memoria recordará que hemos reaccionado, en el mejor de los casos, a la defensiva o autojustificándonos; en el peor de los casos, atacando los defectos de la persona que critica. Recuerde ahora como ha reaccionado ante una alabanza generosa. Probablemente ha intentado actuar para merecerla realmente. Practique el arte de la tolerancia, la comprensión, la generosidad... le conviene.
Lo que diferencia a une estadista de un simple político es la capacidad para ceder y llegar a acuerdos de estado en beneficio de una nación. El estadista invita a la oposición a "apuntarse el tanto" a pactar y avanzar en temas importantes para un país. Es imposible que un estadista moderno emplee la crítica ácida y descalificadora con su adversario político.
En cuanto al "modelo" de país, yo creo que el PSdeG lo tiene perfectamente definido. Por cierto, creo que buena parte de esa definición se recogía en las Directrices de Ordenación del Territorio, con la cración de áreas urbanas unidas entre sí, de manera que se creaban una serie de centros nodales en los que se desarrollaban los equipamientos y dotaciones comerciales, sanitarias, industriales, educativas.. principales y unidos entre sí por vias de alta capacidad. Por cierto, no se definían sólo áreas metropolitanas sino urbanas de menor tamaño (Santiago, o Lugo) y otras con centros comarcales de referencia (Monforte, por ejemplo).
Pienso que es un modelo eficaz en la distribución de inversiones, de comunicaciones y de equipamientos y, sobre todo, real desde el punto de vista social y demográfico. Cosa diferente son las relaciones institucionales y las sinergias que haya que acumular para el desarrollo de este o cualquier otro modelo: no se puede hacer contra los municipios sino con la alianza y la complicidad de los ayuntamientos; si no, sería un fracaso.
En lo que se refiere a los partidos políticos, yo no creo que "vivan una crisis". Creo que los modelos de participación de los ciudadanos han variado en esto stiempos y también las exigencias de la sociedad a sus representantes públicos. Es lo lógcio en tiempos de democracia ya con cierta madurez. En cuanto a la participación interna de la militancia, veamos: la pasada semana se produjeron dos asambleas consecutivas y dos votacioens en ambas cuyo significado podemos contrastar. El jueves la A.VV. Agra del Orzán elegía Directiva; resultado de la votación entre dos candidaturas: 24/52. El viernes la asamblea era de la agrupación socialista, votaron más de trescientas personas. El Agra es un barrio con una población mayor que la del ocnjunto de los votantes socialistas en la mejor de las convocatorias y su A.VV. tiene casi los mismos socios que militantes el PSOE en la ciudad. Podíamos multiplicar los ejemplos: ONGs, APAs, comunidades de propietarios, sindicatos, sociedades recreativas o deportivas.. La participación real en los partidos políticos está pro encima de la de cualquier otra asociación o entidad social. Y, a pesar de ello, creo firmemente que hay que encontrar nuevas fórumulas de participación: territorial, sectorial, en la red... que fomenten la opinión, el debate, la aportación y la reflexión.. y que se acomoden a las exigencias de la sociedad del conocimiento y la información.
El socialismo ha sido historicamente la fuerza política que mejor ha ido acomodando su capacidad de comunicación y de implicación social, en cada época histórica. Estoy segura que también lo hará ahora, más allá de resultados electorales puntuales y de otras cuestiones internas y bastante menos interesante.
Listas abiertas?, voto de la inmigración?, voto por internet?, consultas populares?, foros=democracia?... muchas posibilidades. Por qué no?
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