viernes, 24 de agosto de 2012

FIASCO'S MAN


Probablemente el Gobierno de Núñez Feijoo pasará a la historia como el que acumuló la mayor cantidad de chapuzas administrativas y legales de la historia autonómica. El engolado Presidente, tan aficionado a anunciarnos “decisiones históricas”, ha sembrado su mandato de fiascos políticos de imposible gestión y el final de esta Legislatura amenaza con ser el corolario de este desastre jurídico y administrativo.

Nada más sentarse en Monte Pío, Feijoo anuló el Plan Acuícola del anterior Gobierno anunciando que el suyo revolucionaría la Acuicultura y atraería grandes inversiones. El resultado de tanto bombo y platillo ha sido nulo; si acaso, amenazar alguno de los lugares emblemáticos de la costa como Cabo Touriñán  y la parálisis de un sector que se topó con la administración más inoperante en el peor momento posible.

 En diciembre de 2009 Feijoo sacó un conejo de su inagotable chistera e, inopinadamente, utilizó una Proposición de Lei del BNG para promover una reforma exprés de la Lei de Caixas. Aquello iba a ser el éxito definitivo de su mandato: doblegó la voluntad de los directivos de las entidades, apostó todo a la fusión, encargó una auditoría infalible y acabó celebrando - entre lágrimas mal contenidas-  “o momento histórico” de turno, un jueves por la mañana. El resultado lo conocen todos.

En medio de la mayor crisis económica y social de la historia democrática, con Galicia convertida en la Comunidad que más empleo destruye, nuestro intrépido Presidente decidió que la solución a todos los males era la fusión de dos pequeños ayuntamientos, Oza y Cesuras. Ríos de tinta en un Debate para el Estado de la Autonomía que aún hoy debería avergonzar al Ejecutivo y a sus cronistas. Meses después de aquél ejercicio de “política-ficción” todavía no saben cómo resolver el fiasco procedimental en el que han metido a dos pobres ayuntamientos y sus dóciles alcaldes.

Si la paralización del Plan Acuícola era importante, la del Plan Eólico era simbólica. Consciente de la incomodidad que la gestión del mismo había supuesto para el anterior Ejecutivo, Feijoo quiso convertir su anulación en una dolorosa herida para los partidos de la oposición. Pero quien se desangró no fue un Gobierno derrotado ya en las urnas sino un sector industrial que vio frenadas sus expectativas de negocio por un Decreto lleno de irregularidades jurídicas.  El Tribunal Superior acaba de anular la enésima chapuza.

Este insólito recorrido  no podía tener mejor remate que el lamentable episodio del Área Metropolitana de Vigo. Cuidadosamente diseñada para restar poder e influencia al Ayuntamiento vigués y- por supuesto-  a su alcalde, la Ley del Área Metropolitana fue la gran apuesta de Núñez Feijoo para el sur de Galicia. Pero una vez más el Presidente tropezó con su incapacidad para convertir la ilusión en realidad y, en este caso, con su torpeza política. Crear el Área Metropolitana sin Vigo y contra Abel Caballero, más que una tontería eran dos. El resultado es que su proyecto estrella nació muerto; el día de su constitución el Área no fue capaz de elegir Presidente… Alguien da más…?

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