sábado, 5 de septiembre de 2009

LA BATALLA IDEOLÓGICA



El pasado jueves, en la presentación de la nueva Escuela de Formación del PSdeG “Francisco Fernández” (felicidades Miguel, felicidades Chuspe!), Jesús Caldera afirmaba que en los “momentos más duros que atraviesa una sociedad, los socialistas debemos, sin complejos, dar la batalla ideológica”. Estoy de acuerdo. Cuando el país entero se plantea debates en torno al origen de la crisis económica, a su remisión, a los modelos productivos y al mantenimiento del modelo de protección social, los socialistas no debemos esquivar la confrontación ideológica, pues sólo desde la pedagogía política, sólo desde el debate sereno pero firme y desde la claridad de objetivos, seremos capaces de explicar nuestras propuestas a la ciudadanía y de ganar la batalla a la demagogia conservadora.

La crisis. Seguramente huelga hoy repetir que el origen de la crisis que vivimos estuvo en las recetas neoliberales, en las políticas económicas que amparaban el mercado sin intervención pública alguna y en la desregulación financiera que finalmente se abatió, como en un diabólico dominó, sobre la totalidad del sistema productivo.Pero ahora, muchas personas observamos con inquietud cómo aquellos que provocaron la crisis, la diagnostica sin pudor – un poco tarde, eso sí – la interpretan a su antojo y avanzan ya nuevas dosis de sus fracasadas recetas para encarar el futuro: flexibilización del mercado laboral, recorte del gasto público, bajada de impuestos..

Los impuestos. Frente a esto la socialdemocracia no puede callar ni abandonar el debate. Los socialistas, que siempre abogamos por un Estado fuerte, corrector de desiguladades y solidario, que defendimos una cierta regulación pública del sistema financiero y el mantenimiento del Estado del Bienestar, no podemos esquivar el debate, por ejemplo, acerca de la fiscalidad. La política impositiva es una herramienta flexible que anualmente permite al Gobierno tomar decisiones para poder, por ejemplo, reactivar los sectores productivos, incentivar el consumo o incrementar la protección social, según toque.

Durante los años de bonanza económica, la situación permitió una rebaja impositiva casi continuada y el mantenimiento de nuestro país en una tasa fiscal por debajo de la mayoría de los países de nuestro entorno. Cambiado el momento económico, inmerso el país en una crisis financiera y laboral, los impuestos deben ahora jugar el papel de favorecedores del consumo de la mayoría de las familias, soportar unos servicios públicos de calidad, incrementar la protección social y permitir una reactivación del mercado tan necesaria para las empresas, especialmente las pymes.

En esta línea va la propuesta que estudia el Gobierno de España y que anunció el Presidente Zapatero en su comparecencia de final de verano. Es tiempo de que la política fiscal siga consolidando el Estado del Bienestar y permita a las familias y a los trabajadores superar este grave momento. Subir los impuestos no supone paralizar la economía ni “masacrar a la clase media” – masacrar a la clase media es hacerles de nuevo asumir el coste de los libros de texto o reducir inversión en atención social - . Subir determinados impuestos servirá para mantener el sistema público de educación, la sanidad pública, la dependencia, la política de vivienda, seguir permitiendo la rehabilitación de nuestros cascos urbanos, continuar con la ejecución de las grandes infraestructuras del transporte, mantener una política ambiental rigurosa… Hay para ello recorrido en nuestra fiscalidad y hay posibilidad de reformar determinados impuestos no procedentes de las rentas del trabajo, que en estos momentos tienen holgura sobrada para ello.

La economía sostenible. Es el momento de la batalla ideológica y de la pedagogía política. Es el momento de proponer un cambio en el modelo productivo que desemboque en priorizar e impulsar los sectores vinculados al conocimiento, las energías renovables, las nuevas tecnologías, la investigación aplicada a los distintos sectores productivos, la industria vinculada a campos en desarrollo, los servicios de proximidad… Es posible e indispensable impulsar este cambio y no debemos tener dudas ante el reto que otros países europeos superaron hace años. La crisis puede convertirse en una oportunidad de fortalecimiento cara al futuro y la gravedad del momento, los cantos de sirena de algunos actores sociales y la tentación de tener siempre la respuesta acertada en 24 horas no debe impedirnos ver el bosque y ser conscientes de que este es el momento y aquí está nuestra responsabilidad. De nuestra capacidad para explicarlo con rigor, de nuestro manejo de la pedagogía política dependerá que seamos capaces de ilusionar y convencer a una ciudadanía que hoy necesita liderazgos y certezas.

4 comentarios:

Angus dijo...

Querida Mar, es bueno hacer memoria, y que yo recuerde, las medidas más impopulares han sido tomadas siempre bajo un Gobierno Socialista, lo cual para mi solo implica un nombre, VALENTÍA, es arriesgado, pero no nos importa perder unas elecciones por ello, porque un socialista no tiene afán de poder, y si ganas de construir una sociedad más justa.
Sabemos que el tiempo nos dará la razón, porque la derecha siempre y más bien temprano que tarde caerá en el error de retroceder en los avances sociales.
Toda la familia socialista tenemos un duro trabajo por hacer para conseguir que los ciudadanos vuelvan a volcarse con nosotros, la nueva Xunta y hablando en plata ya la está cagando, debemos ser inteligentes y ver en ello la oportunidad de volver a gobernar y con un amplio respaldo de la sociedad gallega.
Me alegra lo de la Escuela de Formación, apenas llevo cinco años de militante, pero por mi profesión y seguramente por deformación profesional siempre eché de menos en nuestra organización algo que yo llevo hecho en casi los 25 años que llevo trabajando en mi empresa actual, la formación es primordial y el principio de mejora contínua imprescindible.
Y ojalá que pronto sea accesible a todos los miembros de la familia socialista gallega, si pensamos y trabajamos como un equipo el éxito está asegurado.

Y para finalizar, sólo pedirte un pequeño favor, dales caña como solo tú sabes hacerlo, que no consigan retroceder ni un milimetro de la línea que se marcó en el gobierno anterior.

Gracias.

Anónimo dijo...

El origen de la crisis está en muchas cosas, entre ellas, en el afán intervencionista de los gobiernos que la socialdemagogia alienta. El miedo a la libertad que tenéis es algo que no deja de sorprenderme y la capacidad para negar la evidencia, simplemente, pasmosa. Todos los Gobiernos- todos- sienten la creciente tentación de intervenir y manipular en aquello que consideran que los ciudadanos- pobrecitos ellos- no están preparados para manejar. Y así, "por su propio bien, pobres bestezuelas" el gobernante socialdemócrata toma medidas "macroeconómicas" para potenciar esto o aquello, y limitar esto o aquello. "Pero eso no me lo toques que tengo que financiar a los míos y quedar bien con los otros".
Este neoliberalismo al que tanto os gusta demonizar, lejos de ser el culpable de todos los males, es un bien necesario. El respeto al ciudadano, a la persona, a la libertad, al mérito, a la excelencia, a la individualidad... es liberalismo. Es algo que propugno y aliento e intento practicar en todo aquello que puedo, y algo que enseño a mis hijos y de lo que hablo con mis amigos y que creo, sinceramente, que ideológicamente es claramente superior a otras ideas que promueven la igualdad por ley y no ante la ley, la injusticia que supone reconcer lo mismo al vago que al trabajador, el atropello de que el Estado se considere justificado para apropiarse de lo que ganas trabajando para dar subvenciones a cambio de votos, de mantener a miles de liberados sindicales que se regodean en todos aquellos que trabajan ocho horas diarias,... No comprendo ni comparto la demonización del empresariado compuesta en su casi totalidad por pequeña y mediana empresa: gente que trabaja más que nadie y arriesga todo lo que tiene y da trabajo y riqueza a otros, a toda la sociedad, y que a veces le va bien y a veces le va mal, pero la izquierda lo desprecia, insulta y acorrala. Eso enseñáis en vuestras escuelas, en vuestras propagandas, en vuestros mitines, en este blog. Una sociedad en la que la enseñanza pública no la quiere nadie, no por falta de medios- que consume más que nadie- sino porque nadie quiere enviar a sus hijos a colegios en los que no se puede aprender nada, porque los maestros están desmotivados, porque no es necesario saber nada para pasar de curso, porque todo vale y nada se valora y, si algún alumno destaca, habrá que tomar medidas para socializarlo y que se ajuste a la media- siempre a la baja-, con los peores resultados de occidente en el informe Pisa.
Y ahora resulta que la crisis pretende achacarse a las políticas neoliberales, cuando el país más rezagado, con perores resultados y espectativas, con casi cinco millones de parados es la España de Zapatero, que no saldrá del agujero en años. Dices que "huelga repetirlo", pero lo repites porque es tu papel, lo que te toca hacer en tu partido desde tu nuevo cargo. Y, mientras tanto, la sociedad en el paro. Y vosotros, a defender una subida de impuestos, no a los "ricos" como decís, sino a la clase media, que puede con todo. La clase media, castigada y aborrecida. Su existencia marca la diferencia entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado. Tal vez por eso Moratinos se siente tal ligado a países y dictaduras tercermundistas. ¿Este es nuestro camino, Mar Barcón? ¿Para eso creáis una escuela "Francisco Fdez" o lo que sea? Pero todo se justifica fácilmente, desde vuestros foros. Somos la izquierda- gritáis- y eso justifica cualquier cosa...

En que piensan algunos dijo...

Por lo que se ve, parece que alguno ha salido hoy de la selva donde impera la ley del más fuerte. Menos mal que la sociedad ha avanzado desde aquella y ha creado unos mecanismos (aunque no perfectos y siempre mejorables) que permiten que podamos convivir como personas y no como animales.
LLega hasta tal punto el avance social que hasta algunos comentarios son oidos y expresados sin que se llegue a andar a tiros. Menos mal.

xatevexo dijo...

Anónimo dijo:

"Y ahora resulta que la crisis pretende achacarse a las políticas neoliberales, cuando el país más rezagado, con perores resultados y espectativas, con casi cinco millones de parados es la España de Zapatero, que no saldrá del agujero en años."

le pregunto:

¿podría decirnos que clase de politicas provocaron la crisis en otros países, o la achacaría Ud. a lo mal que se ha hecho en "la España de Zapatero"?.

¿de verdad cree ud. que el neoliberalismo es un bien necesario?

en su loa al empresariado ¿por que no nos recuerda a miles de supuestos empresarios que se hicieron de oro especulando, evadiendo impuestos, y saliendo por patas a la minima señal de hundimiento del barco?.

¿son estos tambien "pobres bestezuelas?. o ¿patriotas quizás?.