EL MINISTRO

Esta mañana las televisiones repetían las imágenes enlatadas de la presencia política de Pepe Blanco durante los últimos nueve años, empezando por aquella estampa de dos jóvenes diputados sonrientes que acababan de ganar el 35 Congreso del PSOE, por un escaso margen de votos. Un Partido cansado, dividido y derrotado contemplaba expectante la llegada a la dirección de dos diputados “de provincias” que, para evitar desgarros o deserciones, decidieron incorporar a su equipo a una parte de quienes habían hecho el recorrido del PSOE desde aquél triunfante 82 o incluso desde la “foto de la tortilla”.

Las primeras decisiones de Zapatero y Blanco no dejaron lugar a duda: venían para quedarse, pero para incorporar a todos en el nuevo proyecto.Y así ha sido hasta hoy. En la foto de toma de posesión Trinidad Jimenez al lado de Manolo Chaves, como aquél primer dia. Porque en la “doctrina Blanco” sólo funciona lo que suma y sólo suma lo que integra a quienes nunca estuvieron con los que estuvieron siempre.

Pepe Blanco ha sido el artífice de los grandes acuerdos en la política española reciente. Capaz de entenderse con – casi – todo el mundo, tejió los pactos que permitieron a Zapatero una legislatura tranquila, con la única excepción del PP, tirado al monte y dedicado a menospreciar a un tal “Pepiño” – palabra que nunca nadie le había llamado así – que, sonriendo, les ganaba elección tras elección mientras convertía al PSOE en un partido fuerte, dinámico y moderno, los situaba de nuevo en el plano internacional, recomponía la organización en el exterior y sacaba a Ferraz de un profundo letargo.

Al final, una parte de aquella derecha tontorrona entendió que la inteligencia política no te la garantizan ni siete másters y otros tantos doctorados y se rindieron a la capacidad de quien se ha convertido en una de las figuras políticas más relevantes de la última década. Y Pepe, que es probablemente el tipo con más amigos de España, acabó sentando a su mesa a Sanz, a Zaplana y a todos aquellos que conocen de verdad el valor de un consenso. Naturalmente siempre queda un porcentaje de “cortos, cortitos” que siguen preguntado por su titulación, porque en la vida siempre hay quien no ve más allá de su orla y quien piensa que la brillantez te la entregan con el doctorado… Una pena.

A partir de mañana se abre una etapa diferente en el Gobierno de España y, por supuesto, en el PSOE. Pepe supo cuándo había que entregar el relevo para permitirle a la organización seguir fortaleciéndose y a sí mismo estar disponible para otras tareas. Desde mañana en el Gobierno de España estarán el Presidente, el Secretario General y el Vicesecretario General del PSOE, así que a Leire y a toda la CEF les queda una importante labor para que estos nueve años hayan sido sólo el comienzo del éxito. Y la política, la de verdad, la de las soluciones y las emociones, se sentará en el Consejo de Ministros, porque no hay receta anticrisis que no pase por ella. Bienvenido, señor Ministro.