EL PLAN DE ZAPATERO

Probablemente la pasada semana haya sido el momento más feliz de muchos alcaldes y alcaldesas desde que gobiernan. Con toda seguridad algunos de ellos todavía no han sido capaces de visualizar la cantidad de inversiones, obras, proyectos aplazados.. que este caudal inesperado de dinero público les permitirá poner en marcha. Y sin duda, hasta el próximo 20 de enero la actividad en los municipios será imparable, para tener a punto los documentos que permitan licitar toda esta cnatidad de actividad en los primeros meses de 2009.

Desde hace años la financiación municipal ha sido la gran olvidada de las distintas reformas. En Galicia no fue hasta la llegada de Touriño a la Presidencia de la Xunta, que se pudo poner en marcha el tan ansiado Pacto Local que permitiera a los ayuntamientos recuperar una parte importante del poder económico perdido en dos décadas de asunción continua de competencias. En otras Comunidades, todavía no se ha alcanzado acuerdo alguno y los municipios siguen siendo las administraciones que más dan y que menos reciben.

Es cierto que algunos concellos optaron por evitar la presión fiscal y por no cumplir sus deberes de estabilidad económica. Siempre es una tentación evitar a los convecinos el pago de tasas e impuestos, y que los servicios los pague la “caja común”. Son la excepción. La mayoría son instituciones rigurosas y mayores de edad, que han asumido prestaciones y comeptencias cuando otras instancias no resolvieron las demandas de la ciudadanía y cuando desde otras administraciones se miraba para otro lado.

La atención a mayores, las escuelas infantiles, el apoyo a los comedores escolares, las redes de bibliotecas públicas, la responsabilidad absoluta en el transporte público, las actividades socioculturales, la integración de inmigrantes, el apoyo a discpacitados... En unos años los ayuntamientos hubieron de resolver cuestiones complejas derivadas de los cambios sociales y del dinamismo demográfico, sin apenas ayuda. Bastaría un repaso superficial a las partidas de los presupuestos muncipales de Coruña y las aportaciones de la Xunta durante los años de los gobiernos de Fraga para comprobar cómo se asumieron en solitario soluciones imposibles de ser aplazadas y servicios y equipamientos imprescindibles en una sociedad del siglo XXI.

Hoy, en plena crisis económica y financiera, la realidad amenazaba con cargar una vez más contra las cuentas de los municipios. La retracción del consumo, la disminución de las licencias de actividad y de construcción.. ponían dificultades para que se pudieran llevar a cabo obras prioritarias en el 2009, pero especialmente en 2010. El Plan Extraordinario del Fondo Local aprobado por el Gobierno de España viene a poner remedio a la escasez de recursos y, diría más, supone una capacidad de actuación inédita hasta la fecha.

El Ayuntamiento de Coruña en sus Presupuestos para el 2009 tenía una capacidad inversora de 35 millones de euros. El Plan Zapatero supone 43 millones. El Ayuntamiento de Vigo aprobó unos Presupuestos para el 2009 con 21 millones de euros. El Plan estatal le supondrá más de 50 millones. Ya os podeis imaginar la enorme inyección de dinero público, el empleo que puede generar y la oportunidad para las empresas de obra pública y de suministros en estos momentos tan difíciles. Y, por supuesto, la enorme felicidad de los alcaldes y alcaldesas.

Ahora quedan unas semanas de actividad, de realización de proyectos nuevos – una de las exigencias es que ninguna de las obras que se liciten deben figurar en los Presupuestos del 2009 - , de tramitación administrativa y de dar agilidad a todos los pasos para conseguir que esta oportunidad histórica se transforme en una mejora para el conjunto de los barrios y sectores sociales y el año 2009 sea el de los municipios. Un lujo!.