sábado, 25 de febrero de 2012

AQUÍ, EL ENEMIGO..




Cuando Antonio Moreno, Jefe Superior de la Policía de Valencia, se expresaba con tanta contundencia, quizás no sospechaba con cuánta exactitud resumía el espíritu y el alma de los gobiernos del PP; con cuánta claridad definía la hoja de ruta que los Populares han venido trazando desde que, hace un par de años, comprendieran que este era el momento de hacerse con todo el poder institucional en España. “Al enemigo no hay que desvelarle nuestra estrategia”. Efectivamente. Al enemigo hay que distraerlo, enredarlo, dispersarlo, adormecerlo y, finalmente, derrotarlo. Y este es el diseño que Rajoy y su equipo prepararon concienzudamente y el que han seguido, con éxito creciente, desde las Europeas de 2009 hasta su reciente victoria en las Generales del pasado noviembre.
Un rápido vistazo a la hemeroteca nos recordará los argumentos y las promesas con las que Rajoy llegó a la Moncloa: la gestión económica de Zapatero era un desastre y los socialistas eran responsables últimos de la crisis y el desempleo; el Ejecutivo socialista machacaba a las rentas más bajas, a los pensionistas, subía impuestos, perjudicaba a los trabajadores y así, claro, o había crecimiento. Bien; apenas 60 días han bastado para que la estrategia popular se desvele con toda crudeza: subidas impositivas a las rentas bajas y medias, empeoramiento de los servicios públicos, la subida a los pensionistas era una broma, los derechos laborales son historia, al paro no hay quien le meta el diente, y, al fin, con la disculpa de la crisis, el PP puede hacer lo que siempre quiso: convertir el Estado del Bienestar en un recuerdo del pasado, dar carta libre al empresariado y gobernar para aquellos “dos tercios” de los que hablaba la señora Thatcher, su icono neocon… Al otro tercio, caridad y buenas palabras.. con suerte.
Mariano Rajoy, el “Presidente de la prudencia” replica en cada una de sus decisiones han venido haciendo sus correligionarios desde los gobiernos autonómicos. De Cospedal a Feijoo pasando por el inefable Monago, la austeridad se ha convertido en el karma que justifica cualquier barbaridad: impago a las farmacias, bloqueos en la dependencia, subidas en las tasas de las escuelas infantiles, recortes en la merienda de los escolares, re-co-pago en los servicios sociales, eliminación de servicios de conciliación, retirada de ayudas a investigadores, castigo a la escuela pública.. y paro, mucho paro. El PP se regodea en la situación económica consciente de que esta le brinda la mejor de las oportunidades para llevar a cabo una demolición planificada de todo lo público, con poca resistencia. La crisis le permite asegurar que en España se gasta mucho en Sanidad, aunque sepan perfectamente que estamos entre los países que menor porcentaje del PIB dedican a ello o afirman sin pudor que hay que limitar las inversiones en educación pública, aunque lo que dedicamos a este derecho sea un tercio de lo que se dedica en países como Holanda o Dinamarca. Y qué decir de los “minijobs” y la obsesión con compararnos con Alemania..?, sin explicar, naturalmente, que los potentes alemanes cuentan con el mayor Estado social de Europa y que a los minijobs se apuntarían muchos contando con la cobertura con que cuentan esos ciudadanos.
El PP enarboló el discurso de la austeridad y su supuesta “capacidad de gestión” para alcanzar un triunfo cuasi “global” en el país, pero en el fondo su austeridad se construye sobre las espaldas de las familias que se quedan sin servicios públicos y su capacidad de gestión se ha puesto en evidencia en muchas ocasiones. En nuestra ciudad, el actual alcalde, Carlos Negreira, llegó al poder aupado por las protestas del pequeño comercio, prometiendo gestión, austeridad y talante. Casi nueve meses después, el pequeño comercio ve cómo sus reivindicaciones pasan sin pena ni gloria y al margen del circo con el carril bus poco o nada pueden esperar; la austeridad se usa para explicar la subida de 5 cts del bus a todos los usuarios, el re-co-pago de la atención a domicilio o reducir el talón restaurante a las personas mayores. De su talante y su capacidad de gestión hemos tenido buena muestra en esta semana: el cierre intempestivo de la calle san Andrés sin empezar las obras y en pleno carnaval choqueiro, la eliminación del Apropósito, no se sabe bien si por incapacidad en la gestión cultural –manifiesta- o para evitar ser criticados desde la atalaya carnavalera y este fin de semana la ciudad vive entre el encierro de una A.VV en un Centro Cívico que no piden ni recursos ni dinero: sólo piden unos minutos del precioso tiempo de su alcalde y la acampada de los trabajadores de la Torre, al pie del monumento, reclamando diálogo a un Ayuntamiento que ha cerrado la Torre sin motivo y con el único objetivo de dejar a 13 personas en la calle.
Manifestaciones, concentraciones, encierros, acampadas, protestas estudiantiles, reivindicaciones de funcionarios, padres que quieren que a sus hijos les den la merienda como antes… Moreno tenía razón: al enemigo es mejor no desvelarle la estrategia.. a ver si pica… porque si la conociera nunca les hubiese dado este poder.

martes, 14 de febrero de 2012

TONTERÍAS DEL DÍA




El Ayuntamiento coruñés estudia peatonalizar San Andrés de viernes a lunes. Pues si; un mes después de retirar el carril-bus de San Andrés porque si no se aparca en doble fila y no se sube a la acera peligra el pequeño comercio, el gobierno local “estudia” retirar el tráfico los fines de semana.. para revitalizar el pequeño comercio. Alguien da más?. Y así llevamos ocho meses, sin una idea que les dure 24 horas, sin una línea de trabajo inteligible, sin coherencia y sin planificación alguna. La Torre de Hércules, el carril-bus, las políticas de empleo, el talón restaurante, el SAD.. nula planificación y pésima gestión.


La Xunta atribuye al bipartito el “proyecto errático” del Gaiás. Menos mal que está muerto Fraga. Que si no… bueno se pondría “don Manuel” con este escaqueo fenomenal de sus pupilos políticos.. él que tanto empeño puso en levantar “su sueño”, ese mausoleo indecente, sin objetivo alguno, sin programación coherente y sin cálculo aproximado de costes e ingresos. El Gaiás simboliza la esencia del “fraguismo” y del PP gallego: aquí mando yo y nadie me discute la torpeza, por cara que esta sea. La Ciudad de la Cultura es un agujero sin fondo en el que han sido engullidos conselleiros de distinto signo pero que, pese a quien le pese, se gestó, nació y echó a andar bajo la autoritaria mirada de don Manuel y el silencio cómplice y complacido de los suyos.


Un “error de cálculo” obligará a demoler parte de la pista del aeropuerto de Castellón. Como lo oyen. Castellón tiene aeropuerto!. No operativo, es cierto, pero sí con sus esculturas, con un servicio “caza pájaros” para evitar que las aves interfieran en el vuelo de las aeronaves.. vamos, con todo lo que hay que tener, excepto aviones y conexiones. Ahora, 11 mese después de una grotesca inauguración en pre-campaña de las municipales resulta que hay que demoler media pista porque, al parecer, los aviones “no girarían” en no sé qué punto.. Una cosa hay que reconocerle al PP: después de ejemplos como este o como el del Gaiás, después de haber gobernado instituciones endeudadas hasta las cejas como la Comunidad Valenciana o el Ayuntamiento de Madrid, tiene mucho mérito colocarnos este discurso de los recortes, la austeridad y los “agujeros” socialistas. Mucho mérito.


La Comisión Permanente del CGPJ ha fijado para el 23-F la expulsión de Garzón de la carrera judicial. Y es que sus Señorías no podían rematar de mejor manera el proceso de acoso y derribo de Baltasar Garzón; no podía ser otro día: el 23-F. En el aniversario del “tejerazo” la ultraderecha conseguirá una victoria que ha buscado sin sosiego ni descanso: derrotar al juez que persiguió al franquismo e imputó a Pinochet con el mismo tesón que condenó a terroristas y narcos. Dicen que Garzón iba de estrella y que sus instrucciones no eran del todo rotundas; una lástima que esto no tenga nada que ver con la telegenia ni con la pericia procesal del juez más reconocido de la Justicia española y no sea más que el final de una persecución orquestada por la ultraderecha y ejecutada por quienes, sin duda, han confundido su papel y su responsabilidad social. Hace 31 años el fascismo salió derrotado de las Cortes; la próxima semana brindará por una indigna victoria.


Wert afirma que en España “tenemos un problema con el dopaje”. Este hombre es un crack. Mira que lo tienen difícil los Ministros de Educación y Deporte para hacerse con titulares y salir más en los medios que los de las grandes inversiones o empatar con “los económicos” con la que está cayendo.. Pero nada de esto desanima a Wert, sociólogo, tertuliano y locuaz donde los haya, que ha conseguido convertirse en el Ministro peor valorado y va camino de romper todos los récords.. Que hay miles de personas preparando unas oposiciones?, pues se les cambia el temario y en paz; que nos falta un año de Bachiller para cumplir la promesa electoral?, pues se le quita a la ESO.. y ya veremos cómo encajamos las edades. Que el país anda furioso con los guiñoles del Canal Plus Francia y con la condena a Contador?, pues se dice que tenemos un problema con el dopaje, y luego ya intentan desmentirlo en una nota ministerial –lástima de video-.. Total, que menos mal que Wert tiene amigos como Pons que esta mañana lo presentó como el Ministro que “en un mes recuperó un tesoro y descubrió otra Gioconda”.. Con amigos así, las tonterías propias son menos…

viernes, 3 de febrero de 2012

EL EXPOLIO EMOCIONAL




En este mundo de la globalización, ciudades con necesidades y aspiraciones homologables, pugnan por encontrar su lugar y su sentido propio. En un tiempo en que todo es susceptible de ser catalogado y almacenado en un archivo cubierto de polvo gris, algunos lugares buscan tenazmente diferenciarse para marcar su propia agenda y diseñar un camino que le sea más propicio. En esta época, el riesgo es que en la ola de la crisis y la austeridad mal entendida, sucumban ideas capaces de hacer progresar a una colectividad humana, bajo el espeso manto de la indiferencia.


Coruña nunca quiso ser una más. Nuestra ciudad siempre aspiró a escribir su futuro, aunque fuese a tirones, consciente de que la vida, cuando lo es de verdad, se vive entre el acierto y los errores, entre el cielo y el purgatorio. Hace tres décadas la ciudad se rebeló ante su propia historia, una historia que le negaba la oportunidad de situarse en el corazón político y administrativo de Galicia, ese país que no se entendería sin la ciudad del Faro. La rebelión se convirtió en energía colectiva, en pensamiento, en acción y Coruña, una vez más, se pensó distinta, activa, vanguardista, cívica, culta.. con un destino propio.


Hoy, superadas las frustraciones autonómicas, la historia nos sorprende inmersos en la ola de la crisis pero sin saber ni a dónde vamos ni por qué.. En este mundo global, en esta crisis real, pocos riesgos mayores que el renunciar a dibujar el propio destino. Querer ser sólo uno más es idéntico a no querer ser nada. Los meses transcurridos desde las elecciones municipales nos han permitido contemplar, con cierto asombro, cómo el actual alcalde ha hecho una renuncia explícita a proponer un proyecto ambicioso, diferente y ambicioso, como la ciudad merece. Frente a ello encontramos un gobierno local timorato en sus decisiones, parco en sus objetivos y torpe en la gestión.En las últimas semanas, casi como un símbolo, asistimos a una situación inédita en una ciudad como la nuestra; el cierre de la Torre de Hércules, el del Teatro Colón y el esperpento del Ágora, que ha pasado de ser un centro cívico-cultural de referencia a un hermoso “continente” sin contenido ni dirección.


De hecho, el intempestivo cierre de la Torre de Hércules, monumento Patrimonio de la Humanidad y orgulloso símbolo de nuestra historia, es en sí mismo un triste resumen del gobierno de Carlos Negreira: una gestión que crea problemas donde no los había y dispuesto a borrar los éxitos del pasado. Una política de gestos, hueca en logros y más preocupada del pasado que del futuro. La Torre está cerrada por el capricho de un gobierno incapaz de resolver una cuestión menor, una concesión; con sus trabajadores en la calle, ante el desprecio por el empleo de un gobierno que acumula parados sin parpadear y poniendo en peligro el mantenimiento del título de la UNESCO, ante la indiferencia de un gobierno insensible. La Torre está cerrada y nadie sabe bien ni por qué ni hasta cuándo. Ni siquiera se oyen ahora aquellas voces que airadas defendían la defensa del monumento, ni siquiera las de aquellos que acompañaron al gran Manito en su sueño universal.


Cuando uno no sabe a dónde quiere ir, ni tiene un objetivo definido, ni un proyecto en el que cree lo más sencillo es demoler el pasado.. al menos así se rebajarán las expectativas ciudadanas sobre el presente. Cuando uno no tiene ambición ni comprende la grandeza del lugar que ocupa, lo fácil es que termine despreciando su tarea. Negreira carece de un proyecto para esta ciudad, así que ha elegido el camino del pelotón.. ser uno más, oscuro, gris como los hombres que robaban el tiempo y la ilusión a Momo. El gris que protege a los que nada especial quieren para los suyos. Negreira no comprende la grandeza de esta ciudad y de la tarea que le fue encomendada; quizás por ello nos somete a la indiferencia ante lo que fuimos, al desprecio por lo que un día nos hizo sentir grandes, a lo peor que puede vivir una comunidad, el expolio emocional.